Nuestra responsabilidad con los migrantes climáticos
El pasado mes de noviembre, cuando llegaba a su fin la temporada de huracanes del Atlántico más activa de la historia, las dos últimas grandes tormentas –Eta e Iota- arrasaron América Central. Un periodista del Washington Post que estaba cubriendo sus consecuencias entrevistó a una mujer hondureña de nombre Blanca Costa, que se estaba protegiendo debajo de un puente de la autopista. La mujer mantenía a sus tres hijas trabajando como recolectora de residuos y tenía tres caballos para arrastrar su carro de basura. Sólo que los caballos se habían ahogado. “Voy a tener que seguir a pie ahora”, dijo Costa, 40, una de alrededor de 100 personas que buscaba refugio debajo del puente.… Seguir leyendo »