El polvo del camino
Perpetrada la semana pasada la penúltima claudicación del Ejecutivo frente al separatismo, con la desaparición del delito de sedición y la rebaja de la malversación, resulta oportuno recordar que la autoría del suicidio de nuestro Estado de derecho no corresponde en exclusiva al presidente del Gobierno. Pedro Sánchez aspira a cincelar su epitafio, pero no ha sido el primero en arrumbar nuestra democracia, además de Rodríguez Zapatero, ha contado con la participación de otros colaboradores, ha sido un suicidio asistido.
Ocurrió en octubre de 2006 en la Comisión de Justicia del Senado. ETA había declarado en marzo un «alto el fuego permanente» para facilitar la vergonzosa negociación política con el Gobierno de Rodríguez Zapatero.… Seguir leyendo »