Cuando Trump despotrica, esto es lo que oigo
Nunca he considerado que la palabra “migrante” sea mi tarjeta de presentación, aunque siempre me ha acompañado.
Llegué a este país por primera vez cuando era un niño de 3 años, a mediados de la década de 1970, y mi familia se estableció en el norte de California, en una pequeña ciudad con árboles tan espesos que sus ramas se entremezclaban en lo alto de las carreteras. Mi madre nos presentaba por el vecindario no solo como una familia nueva, sino como una familia peruana (firmaba las tarjetas con la frase: “de tus amigos peruanos”). Le importaba que la gente lo supiera, ya fuera para transmitir su orgullo o para adelantarse a sus preguntas.… Seguir leyendo »