Liberalismo: ni sentido ni sensibilidad
Al revés del título de Jane Austen, cabe reconocer que el sentido y la sensibilidad son socialistas, no liberales. Ambas doctrinas sufrieron, aunque no en idéntico grado, la «fatal arrogancia» de creer que la luz de la razón, que pareció iluminar toda la naturaleza y dejar atrás milenios de reaccionario oscurantismo, carecía también de fronteras a la hora de entender y transformar al hombre y la sociedad. He dicho ambas doctrinas, porque el curioso itinerario del liberalismo decimonónico registra la rendición ante el apogeo de la razón, y la letal fantasía de pensar que cabía inyectarle a la política el optimismo reformador racionalista y confiar en que la libertad no padeciera.… Seguir leyendo »