Lo que la historia nos enseña
Hoy hace veinte años que fue perpetrado el mayor genocidio que ha conocido Europa desde la II Guerra Mundial. Cerca de nosotros, en el enclave serbo-bosnio de Srebrenica, 8.000 seres humanos, todos ellos varones, eran arrancados de los brazos de sus madres y esposas para ser asesinados por la sola razón de ser diferentes a sus asesinos. Diferencia que estos basaban torticeramente en razones raciales para justificar aquella injustificable y horrenda operación de “limpieza étnica”, cuando la etnia era y es esencialmente la misma: yugoslava, esto es, eslava del sur. Las diferencias —mucho menores que las afinidades— habría si acaso que buscarlas en razones identitarias llevadas hasta el paroxismo.… Seguir leyendo »