
La piedad cansada
Hay sátrapas con suerte. Individuos que llevan años perpetrando cada vez más tropelías pero a nadie parece importarle. Fue en su momento el caso de Fidel Castro y lo es ahora el de Daniel Ortega y Rosario Murillo, su esposa y cómplice. Tras modificar la Constitución de Nicaragua, la pareja presidencial ha desterrado a doscientos veintidós presos políticos que desde hace tiempo languidecían en sus cárceles. Entre ellos había no pocos correligionarios sandinistas que se atrevieron a denunciar sus atropellos; también universitarios, periodistas, sacerdotes, líderes sindicales así como seis precandidatos presidenciales.
Posteriormente, y para completar su purga, añadieron a la lista a otras noventa y dos personas, entre ellas intelectuales como Gioconda Belli o Sergio Ramírez, premio Cervantes y expresidente a quienes despojaron de la nacionalidad.… Seguir leyendo »