
El veneno del nacionalismo
Decía María Zambrano con su ironía certera y humor negro tan español y verdadero, que nuestro país, su país tan amado y en el cual había vivido tan poco tiempo, pues gran parte de su existencia transcurrió en el exilio, había superado a Kafka. Es decir, que había sido más kafkiano que el propio Kafka. Había sido y, desgraciadamente, sigue siéndolo. Los tristes y terribles acontecimientos de este pasado mes de agosto en Barcelona, seguidos de su descarada utilización partidista sin la más mínima piedad hacia las víctimas, así lo confirman de nuevo. El motivo que aducía María Zambrano se basaba en que hemos superado a la imaginación del autor praguense en la creación de pesadillas infernales.… Seguir leyendo »