Sala de espera
Pasé la mañana en una sala de espera del Hospital Miguel Servet. A mi madre le hacían una pequeña intervención en la columna. Los pacientes han de ir acompañados aunque se trate de una cirugía sin ingreso. Como no era la primera vez, llevé lectura suficiente para no aburrirme. Estábamos unas 30 personas en la sala de espera. Solo tres mujeres teníamos un libro entre las manos. Un hombre leía las esquelas del periódico. Otro hacía sudokus en un cuadernillo comprado para la ocasión. El resto enredaba con sus teléfonos móviles, o miraban al vacío sin más. Lo que más me extrañó fue el silencio.… Seguir leyendo »