Daniel Innerarity (Continuación)

Gobernar las crisis

La crisis de 2008 puso a prueba nuestros sistemas de prevención y gestión de este tipo de situaciones. La comisión del Congreso que investiga el origen de la crisis financiera y el rescate bancario ha dejado de manifiesto que falló casi todo lo que podía fallar. Los agentes políticos no dejan de agitarse ante la menor irritación, pero el sistema político en su conjunto es incapaz de identificar, anticiparse y gobernar crisis como la económico-financiera, la del euro, el Brexit y otras dinámicas de desintegración europea, la crisis migratoria, el agotamiento de nuestro modelo territorial o un sistema de pensiones difícilmente sostenible en su forma actual.…  Seguir leyendo »

Voluntad y representación

En las sociedades democráticas se alternan momentos de desorden y momentos de construcción, sacudidas externas y construcción institucional, inmediatez de la voluntad popular y mediación política. Tomo el título del célebre libro de Schopenhauer para designar a ambos momentos voluntad y representación, dimensiones necesarias de la democracia, que se empobrecería sin una de ellas.

Comencemos por la voluntad. Las democracias tienen que estar abiertas a la toma en consideración de nuevas perspectivas que habían sido desatendidas en los procesos instituidos o con la prioridad que a tales asuntos les debería corresponder. No hay democracia sin esa posibilidad de “desestabilizar” al poder constituido.…  Seguir leyendo »

Todo parece apuntar a que vivimos en una democracia de los incompetentes. Hablamos de una ciudadanía que decide y controla, pero lo cierto es que carecemos de las capacidades necesarias para ello por falta de conocimiento político, por estar sobrecargados, incapaces de procesar la información cacofónica o simplemente desinteresados. El origen de nuestros problemas políticos reside en el hecho de que la democracia necesita unos actores que ella misma es incapaz de producir. Una opinión pública que no entienda la política y que no sea capaz de juzgarla puede ser fácilmente instrumentalizada o enviar señales equívocas al sistema político.

La política nos resulta incomprensible.…  Seguir leyendo »

La democracia como interpretación

Las tecnologías posibilitan ciertas cosas y nos desprotegen frente a otras. La pretensión de la Unión Europea y de algunos Gobiernos de controlar las noticias falsas tiene su origen en esa ambivalencia que caracteriza a las nuevas posibilidades de difusión de la opinión, su facilidad, inmediatez y falta de control. Nuestros espacios públicos, poco articulados por ideologías de referencia y débilmente institucionalizados, son vulnerables a la difusión de cualquier bulo e incluso a la interferencia en los procesos electorales.

Lo primero que me llama la atención en toda esta épica de combate contra la posverdad y los hechos alternativos es el cambio cultural que implica.…  Seguir leyendo »

El voto de los animales

Cuando la cuestión ecológica irrumpe en las agendas políticas, su primer efecto es la identificación de una serie de deberes de los humanos respecto del mundo natural. Los debates se intensifican hasta el punto de constituirse unos derechos de los animales que los humanos tendríamos que respetar. Sin entrar en este debate concreto quisiera añadir la perspectiva de en qué medida este asunto modifica la naturaleza misma de la democracia y cuestiona la universalidad de nuestros procedimientos de representación. La democracia es concebida en la modernidad como un conjunto de instituciones gracias a las cuales los humanos abandonábamos el mundo natural.…  Seguir leyendo »

Deseos de año nuevo

Los deseos de que con el año nuevo las cosas vayan a cambiar es un rito y no tanto una determinación de la que se siguen las consecuencias deseadas. Responden más a la resignación que a la esperanza y nos recuerdan dos hechos inexorables de la existencia humana: lo difícil que es cambiar y lo inexorable que es el cambio que acontece sin nuestra intención o permiso. Apenas podemos cambiar casi nada mientras casi todo cambia. Probablemente todo esto se deba a que interpretamos la agitación como el origen de los mayores cambios y no tenemos ningún órgano que, en periodos de calma, nos haga percibir las modificaciones latentes o de fondo.…  Seguir leyendo »

Contra el antipopulismo

Los conservadores ignoran con demasiada facilidad las asimetrías del poder constituido y tienen demasiado miedo a las posibilidades que abre todo proceso constituyente, cualquier intervención abierta del pueblo; de ahí su escaso entusiasmo ante las reformas constitucionales, los movimientos sociales, los plebiscitos o la participación en general. La izquierda populista, por el contrario, acostumbra a sobrevalorar esas posibilidades y a desentenderse de sus límites y riesgos. Unos dan las alternativas por imposibles y otros por evidentes. Para los primeros, cualquier cosa que se mueva es un desbordamiento; para los segundos, la espontaneidad popular es necesariamente buena.

Este es el marco de discusión en el que se plantea la crítica de Íñigo Errejón al reciente libro de José María Lassalle Contra el populismo (Babelia, 9 de septiembre, réplica el 15 de septiembre), quienes representan por cierto las versiones mas liberales y mejor razonadas de sus respectivas familias políticas.…  Seguir leyendo »

Las elecciones son demasiado poco para unos y demasiado para otros. Unos insisten en recordarnos los errores de los votantes (Surowiecki) y otros subrayan las limitaciones de los procesos electorales para determinar y hacer valer la voluntad popular (Van Reybroucke). Para los primeros, las elecciones representan demasiado bien lo que quieren los electores y para otros demasiado mal; la principal preocupación es, en el primer caso, el populismo, y en el segundo, la crisis de la democracia representativa. Unos consagran el orden constitucional o la legalidad vigente como algo que en ningún caso puede ser socialmente verificado; otros apelan a la voluntad de los militantes, a las consultas o defienden la tesis de la “absolución electoral” para los corruptos.…  Seguir leyendo »

La soberanía según Theresa May

En tiempos de incertidumbre es muy poderosa la tentación de regresar a terreno conocido, aunque sepamos que ya no es posible. Tras ciertos espasmos políticos no hay otra cosa que la nostalgia por recuperar lo que ya no es recuperable: soberanía reconocida, autoridades indiscutidas, territorios delimitados, homogeneidad social e incluso enemigos identificados.

El Brexit es uno de esos fenómenos en los que el miedo a lo desconocido se traduce en torpeza y pone en marcha una serie de operaciones políticas de dudosa coherencia. La idea de “recuperar el poder para los británicos” no tardará en ser decepcionada por la realidad al menos en dos aspectos que ponen de relieve su naturaleza paradójica, tanto en lo que se refiere al fin perseguido como al procedimiento: la idea de salirse hacia un espacio de soberanía y hacerlo de un modo directo, plebiscitario, sin las mediaciones de la democracia representativa.…  Seguir leyendo »

Cada vez tenemos más la sensación de que en política cualquier cosa puede suceder, de que lo improbable ya no lo es tanto. Este tipo de sorpresas no serían tan dolorosas si no fuera porque ponen de manifiesto que no tenemos control sobre el mundo, ni en términos de anticipación teórica ni en lo que se refiere a su configuración práctica.

Desde el ‘brexit’ hasta Trump, el 2016 fue un mal año para las previsiones. En contra de lo que pensaba la mayoría de los expertos, se impuso el ‘brexit’, ganó Trump, Renzi perdió el referéndum constitucional, los austríacos estuvieron a punto de elegir a un presidente de extrema derecha, cuya versión alemana alcanzaba el catorce por ciento en las elecciones regionales.…  Seguir leyendo »

En tiempos de incertidumbre, establecer alguna distinción nítida ofrece más ventajas psicológicas que políticas. Reconforta saberse en el lado bueno de la historia y, sobre todo, tener alguien sobre el que desplegar toda la ira (aunque la designación del destinatario no sea del todo acertada y nosotros mismos tengamos algunos reproches que hacernos a nosotros mismos). Esta función de antagonismo consolador la ejercen contraposiciones del estilo de la casta y la gente, el pueblo y el sistema, la trama y los inocentes, el establishment y la periferia, perdedores y ganadores de la crisis, aparatos y bases. Cada una de ellas aporta un matiz a la descripción del combate, todas tienen sus buenas razones, pero también un elemento de debilidad y paradoja, e incluso pueden representar algún peligro amenazante para esa democracia en la que dicen querer profundizar.…  Seguir leyendo »

Uno de los hechos más sorprendentes de las recientes elecciones americanas es que la batalla se haya saldado principalmente en el campo de lo socioeconómico y que los conflictos que tienen que ver con la diversidad cultural hayan sido menos relevantes. Hay quien se ha lanzado con rapidez a declarar el final del multiculturalismo y el retorno de otros campos de confrontación anteriores a las reivindicaciones del reconocimiento e incluso un cierto retorno de las clases frente a la primacía que han tenido durante estos últimos decenios las diferencias de género y cultura.

Esta ha sido la interpretación por la que algunos han declarado el final del multiculturalismo.…  Seguir leyendo »

Dos investigadores británicos, Robert Geyer y Samir Rihani, propusieron un experimento mental para que cayéramos en la cuenta de que los sistemas inteligentes son más importantes que las personas inteligentes: ¿qué pasaría si los gobernadores del Banco de Inglaterra fueran sustituidos por una habitación llena de monos? Si uno tuviera que responder rápidamente a esta pregunta, la intuición inmediata le llevaría a asegurar que la economía británica colapsaría. Ahora bien, a nada que hayamos podido reflexionar un poco y superar el automatismo de la reacción, la respuesta sería muy diferente: el gobierno de los monos pondría de manifiesto hasta qué punto estamos gobernados más por sistemas que por personas, con equilibrios, contrapesos y correcciones automáticas, por lo que los monos no harían tanto daño como podría suponerse.…  Seguir leyendo »

Por una democracia compleja

Las democracias son regímenes de escasa previsibilidad. Que pueda suceder lo inverosímil es algo posibilitado por la lógica de un sistema abierto aunque lo paguemos con una vulnerabilidad en ocasiones inquietante. Cuando los estadounidenses eligieron como presidente a George Bush algunos lo saludaron como la posibilidad de que una persona normal llegara hasta allí (alguien que había tenido dificultades con el alcohol y se atragantaba comiendo galletas) y ahora podemos asegurar que la democracia es un sistema tan abierto que puede llegar a ser presidente incluso alguien muy por debajo de lo normal.

Más allá de esta indeterminación de nuestros sistemas políticos, ¿qué está pasando para que los populistas (si quienes han declarado este término como políticamente incorrecto me permiten utilizarlo) parezcan disfrutar de tantas ventajas competitivas?…  Seguir leyendo »

La sociedad de los cálculos

Se podría decir sin exageración que vivimos en una sociedad desconocida. Se está suscitando un intenso debate acerca de por qué se equivocan las encuestas, por qué fallan referendos que parecían previsibles, pero me temo que eso es un caso concreto que acredita una dificultad mas general de predecir los eventos futuros. No sólo nos cuesta adivinar el resultado de las elecciones y las consultas, sino también el éxito de una serie de televisión, el comportamiento de una empresa en la bolsa o las crisis financieras. ¿Tienen estos fracasos alguna explicación, sobre todo si tenemos en cuenta que no carecemos de sofisticados instrumentos de medición?…  Seguir leyendo »

Nous, êtres humains, devons avoir une relation avec notre futur si nous voulons réaliser des opérations qui aillent au-delà du moment présent. Cela vaut également pour les sociétés, qui doivent maintenir un rapport intelligent avec leur futur. Les difficultés actuelles de la société au moment de se penser en termes de finalité et de promesse collectives mettent précisément en évidence le fait que le futur n’est pas bien traité.

Mais si la politique a une quelconque justification qui la distingue de la simple gestion, c’est parce qu’elle tente de gouverner ce futur moins visible mais non moins réel et dans lequel se joue le plus important.…  Seguir leyendo »

Su reiterada invocación indica, por defecto, que nos referimos a un valor más bien escaso. Europa se desgarra a causa de la incapacidad de pensar y actuar conforme a la unidad que de hecho tiene, por la ineficiencia de quienes la componen cuando actúan por separado, por la irresponsabilidad de quienes creen que no tienen nada que ganar respetando las reglas comunes, por la insolidaridad de los Estados que han dejado de considerar a otros como parte de los suyos. ¿Es posible todavía identificar y defender un “bien común europeo”, aquel “amplio interés común” del que hablaba Jean Monnet?

Se está asentando en la Unión Europea una mentalidad de “suma cero”: el miedo a la transfer union en los países prestatarios se corresponde con la contestación contra las políticas de austeridad en los países deudores, es decir, la dificultad de pensar al mismo tiempo responsabilidad y solidaridad, mientras continúa creciendo la divergencia económica entre esos dos tipos de países.…  Seguir leyendo »

La importancia de poder irse

Todo lo que ha precedido a la convocatoria de un referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea ha sido un cúmulo de dislates políticos (demagogia, irresponsabilidad, vergonzosas concesiones) salvo en un aspecto: ha conseguido politizar un asunto que estaba dormido en la plácida necesidad de los mecanismos indiscutibles. No llegan buenas noticias de Europa y por eso me permito llamar la atención sobre una de ellas, aunque tal vez solo sea un efecto no pretendido de una mala decisión: que a partir de ahora va a haber menos excusas para situar las políticas europeas en ese limbo que las protegía de la decisión de los europeos.…  Seguir leyendo »

La globalización del sufrimiento

Las guerras ya no son lo que eran. Estamos perplejos ante conflictos bélicos y acciones terroristas que no sabemos bien cómo entender y menos aún de qué manera combatir. Los atentados del terrorismo yihadista, la misma naturaleza del autodenominado Estado Islámico, tienen unas propiedades que no cuadran con las viejas categorías bélicas. Los nuevos conflictos tienen muy poco que ver con las guerras de nuestra historia: se llevan a cabo sin Estados, sin Ejércitos, fuera de toda lógica territorial. Por eso los clásicos instrumentos militares pierden buena parte de su eficacia en estos nuevos conflictos. Nos enfrentamos a adversarios que no tienen ni territorio, ni Gobierno, ni fronteras, ni diplomáticos, ni asiento en el Consejo de Seguridad, ni verdaderas razones para negociar...…  Seguir leyendo »

Horizontes abiertos frente a líneas rojas

Hay un relato de Bertolt Brecht en el que se habla de un gobierno que, decepcionado por el pueblo que la había tocado en suerte, deliberaba acerca del modo para disolverlo y elegir otro. El absurdo y la excepcionalidad de esta situación no lo parecen tanto a la vista de ciertas cosas que se afirman tras las últimas elecciones generales. Muchos de los que las declaran inútiles y abogan por una nueva convocatoria, además de poner de manifiesto una excesiva confianza en que la mera repetición subsane lo que al parecer ha sido un gran error colectivo, se muestran incapaces de identificar la oportunidad que tenemos en medio de lo que no parece más que un inmenso lío.…  Seguir leyendo »