Dejemos de hablar de cerebro ‘femenino’ y ‘masculino’
Durante los siglos XVII y XVIII en Europa, el surgimiento de los ideales de igualdad creó la necesidad de probar científicamente la naturaleza inferior de la mujer. Así nació la complementariedad biológica de género, la noción de que, como lo explica la historiadora de la ciencia, Londa Schiebinger, en The Mind Has No Sex: “A las mujeres no se les consideraba simplemente inferiores a los hombres, sino fundamentalmente diferentes a ellos y, por lo tanto, no se les podía comparar”. Desde entonces, de una u otra forma, ese concepto ha perdurado y ha provocado a la ciencia para que explique el estado del género.… Seguir leyendo »