
La Presidencia imperial
La Constitución Española, inspirada en el modelo de la Ley Fundamental de Bonn, configuró una jefatura de Gobierno caracterizada por tres notas definitorias: estabilidad, responsabilidad y acusado presidencialismo.
Frente al modelo de gabinete imperante en el Reino Unido, Francia o Italia, en el que el titular del Ejecutivo se sitúa en una posición de primacía como primus inter pares -como el primero entre los iguales-, el constituyente español, tomando como referente al canciller alemán, quiso que el titular de su Ejecutivo se situase en una posición distinta, de supremacía, más fuerte y estable, y con capacidad de liderazgo.
De ahí la distinción, nada semántica, entre primer ministro y presidente del Gobierno o canciller.… Seguir leyendo »