
La bendita paradoja de los antitaurinos
Uno, de natural, cree pertenecer a lo que en otro tiempo se llamó la España discreta. Esa condición hace que no tenga necesidades de evacuar mis efluvios y opiniones en redes sociales ni que tenga la urgencia del comentario. Sin embargo, últimamente el debate en torno a la tauromaquia, quizás uno de los más interesantes que pueda tener la humanidad hoy, ha sido avivado, como desgraciadamente viene siendo habitual, por la estulticia política, y acaba dando la razón a aquello que cantaba Enrique Morente: “estas gentes son capaces de hacer hablar a un múo”. No obstante, estas palabras no vienen motivadas por las soflamas y medidas superficiales de alguien que interviene de parte, prejuicioso, algo errático y que incluso se arroga la capacidad de señalarnos, como ya hiciera el viejo Jovellanos, dónde está la felicidad pública.… Seguir leyendo »