El cuento de nunca acabar
Últimamente proliferan las noticias y opiniones sobre la conveniencia de aceptar (o no) que algunas musulmanas se cubran más o menos el cuerpo. A menudo he llamado la atención sobre que no existe unanimidad en el modo de vestir de las musulmanas: algunas se cubren el pelo con un chal, más o menos transparente y seductor, al estilo de la exdirigente paquistaní Benazir Bhutto. Otras, en general las del Magreb, llevan el hiyab o pañuelo que les cubre todo o parte del pelo, que todavía llevan algunas mujeres mayores del área mediterránea y también nuestras abuelas y bisabuelas (mientras las señoras acomodadas salían con sombrero).… Seguir leyendo »