
Puerto Rico después del huracán María
El huracán María nos obligó a adquirir nuevas destrezas —tuve que aprender a usar una sierra para cortar los árboles caídos en mi pequeña finca— y también obedecer nuevas condiciones; para conseguir hielo y agua y soportar los fuertes calores que tuvimos después de su paso, era necesario hacer largas filas de hasta más de dos horas. Nuestra modernidad, lograda por décadas, había colapsado. La falta de electricidad y escasez de agua amenazaban la salud pública. Para conseguir gasolina fue necesario hacer colas de hasta cuatro horas.
Cuando el presidente Trump aterrizó en un país asolado, el conteo de muertes, según el gobierno estatal, era de dieciséis.… Seguir leyendo »