La venganza del precariado
Antes de la pandemia del COVID-19, se suponía que el papel de la mano de obra poco calificada en la economía estaba en caída. En los mercados laborales alterados digitalmente, donde las profesiones STEM (ciencias, tecnología, ingeniería, matemáticas) bien remuneradas tienen un lugar de privilegio, sólo los profesionales altamente calificados pueden prosperar. Aquellos con empleos amenazados por las nuevas tecnologías están condenados a la precariedad, los despidos, la movilidad descendente y la caída de los niveles de vida.
La pandemia ha desmentido en parte este discurso, revelando qué trabajadores son realmente esenciales. Resulta ser que todavía no existen buenos sustitutos tecnológicos para los barrenderos, los vendedores, los trabajadores de servicios públicos, los repartidores de comida, los choferes de camiones o los conductores de ómnibus que han mantenido la economía en funcionamiento en los días más oscuros de la crisis.… Seguir leyendo »