Elisa de la Nuez (Continuación)

Superado el shock inicial producido por los últimos acontecimientos políticos en España urge hacer unas reflexiones sobre las causas del siniestro del principal partido de la oposición. No me detendré en los detalles, que son de sobra conocidos por unos lectores enganchados a este culebrón político-mediático en el que se suceden los episodios inverosímiles, la entrada y salida de personajes y los cambios abruptos de guion. Lo que me interesa destacar son los problemas estructurales que pone de relieve la crisis interna del PP, una crisis que ha provocado estupefacción y pesadumbre a partes iguales, y no sólo a los votantes y simpatizantes de este partido, sino a cualquier ciudadano responsable y preocupado por el buen funcionamiento de la democracia española.…  Seguir leyendo »

Un sistema político e institucional obsoleto

Nos vamos adentrando en la tercera década del siglo XXI con la sensación de que en España nuestro sistema político e institucional no está consiguiendo resolver adecuadamente los grandes retos que tiene nuestra sociedad y los problemas concretos que tenemos los ciudadanos. Nos podemos consolar pensando que esto ocurre, en general, en todas las democracias liberales; pero la verdad es que ocurre en algunas más que en otras. O eso al menos dice una reciente encuesta de Pew Research Center, publicada en este mismo medio, que señala a los ciudadanos griegos, españoles e italianos como los más más insatisfechos con el funcionamiento de sus sistemas democráticos, los que mayores cambios políticos reclaman y, no obstante, los que menos confían en obtenerlos.…  Seguir leyendo »

Quizá nada resume mejor los problemas estructurales –tantas veces denunciados en estas páginas– de nuestro Estado democrático de derecho, de nuestras instituciones y de nuestra sociedad que las trayectorias vitales y profesionales de algunos personajes que parecen encarnarlos a la perfección. De entre los posibles candidatos (Iván Redondo, Rodrigo Rato, el pequeño Nicolás, etcétera, etcétera), he elegido a uno que, gracias a los numerosos procesos penales en que está inmerso –acusado, entre otros delitos, de cohecho, organización criminal y blanqueo de capitales–, a su incontinencia verbal y a su famosa grabadora nos deja un retrato ciertamente desolador del funcionamiento de una parte de nuestras élites.…  Seguir leyendo »

Las políticas de la moralidad

La lectura del muy recomendable libro de Pablo Malo Los peligros de la moralidad ayuda a comprender alguno de los preocupantes fenómenos que estamos viviendo en las democracias occidentales en general y en España en particular. Partiendo de los descubrimientos de la biología evolutiva, que nos muestra que a lo largo de la evolución los seres humanos hemos desarrollado un instinto moral para vivir y cooperar en grupo, el autor pone de relieve cómo ese instinto es un arma de doble filo: nos sirve tanto para cooperar con unos como para excluir a otros. De esa manera, la existencia de un grupo cohesionado más amplio que el formado por individuos que tienen lazos familiares (nosotros) suele aparecer siempre estrechamente ligada a la de un grupo diferente y, a menudo, percibido como hostil (ellos).…  Seguir leyendo »

Corrupción democrática

Se acerca ya el final del año y podemos hacer un primer balance del acelerado deterioro institucional que estamos viviendo y que empieza a parecer irreversible. Hemos constatado cómo el PP y el PSOE, incapaces de ponerse de acuerdo en nada que afecte a los intereses generales de los ciudadanos (ahí tenemos como botón de muestra la gestión de una pandemia mundial, politizada hasta el extremo, como todo lo que tocan nuestros partidos políticos), no tienen ningún problema en repartirse los cromos en las instituciones de control y contrapeso del poder, degradándolas hasta extremos que hubieran parecido imposibles no ya cuando se aprobó la Constitución, sino hace unos pocos años.…  Seguir leyendo »

Peor imposible

Quizá no hay mejor ejemplo del deterioro institucional de nuestra democracia que el reciente acuerdo alcanzado por los líderes de los dos grandes partidos para repartirse el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo y hasta la Agencia de Protección de datos, aunque me centraré en los dos primeros dado que el Defensor del Pueblo es irrelevante y la Agencia de Protección de Datos no es una institución de contrapeso. Nada nuevo, dirán algunos, puesto que es lo mismo que lleva pasando los últimos 30 años: los partidos políticos colonizan las instituciones y se reparten los puestos atendiendo a sus mayorías parlamentarias.…  Seguir leyendo »

El viaje a ninguna parte del Gobierno

El interesantísimo libro de Ross DouthatLa sociedad decadente (con el subtítulo de Cómo nos hemos convertido en víctimas de nuestro propio éxito) ofrece una serie de reflexiones muy interesantes acerca de los problemas de nuestras complejas sociedades democráticas que resultan de mucho interés para entender el momento político que estamos viviendo en los países occidentales en general y en España en particular. Más allá de los problemas muy diagnosticados de nuestros partidos, que funcionan como ecosistemas cerrados donde es difícil promocionar sin renunciar a todo aquello que podría hacer de una persona un buen político y un buen gestor (criterio, solvencia, capacidad de decisión, responsabilidad, etcétera), lo cierto es que cada vez contamos, en general, con gobiernos más inoperantes para resolver los problemas cada vez más complicados que se nos plantean.…  Seguir leyendo »

Asignaturas pendientes

Casi finalizado agosto se acerca el final de las vacaciones y el comienzo del curso político. Y, como les suele suceder a los malos estudiantes y a los profesionales poco responsables, todos los problemas que dejamos aparcados unas semanas nos esperan a la vuelta. Quizás la diferencia es que nuestra clase política hace tiempo que ha renunciado a enfrentarse con ellos; simplemente se trata de aparentar que se va a hacer algo mientras todo sigue exactamente igual. Si, como esperamos, la crisis del coronavirus se va solucionando podremos comprobar hasta qué punto nos encontramos en el punto de partida. Ya se trate de la crisis territorial catalana, de la educación, de la falta de productividad de nuestra economía, del deterioro institucional y del Estado de Derecho, de las pensiones, de la precariedad en el empleo, de la brecha generacional, de la politización y falta de profesionalidad de las Administraciones Públicas, o de cualquier otro que el lector quiera elegir, nuestros problemas estructurales siguen sin tocarse.…  Seguir leyendo »

El declive del Estado de derecho

Hace apenas unas semanas que se concedieron los indultos a los presos del procés y ya nadie se acuerda prácticamente del pequeño revuelo mediático/político/jurídico levantado. Y es que las cosas van muy deprisa, desgraciadamente, en lo que se refiere al declive de nuestro Estado democrático de derecho. Ya expuse en su momento las razones por las que consideraba muy perjudicial para el Estado de derecho una concesión de indultos no condicionada a ninguna rectificación (no digamos ya arrepentimiento) por parte de los indultados en torno al fundamento de una democracia liberal representativa: el respeto a las reglas del juego, en nuestro caso las establecidas en la Constitución y en el resto del ordenamiento jurídico.…  Seguir leyendo »

Argumentarios

Quizás lo más preocupante de la cuestión de los indultos a los presos condenados por la sentencia del procés es el bajísimo nivel del debate público en torno a su concesión. Los argumentarios de los partidos han hecho estragos en un tema central para el futuro del Estado de derecho y de nuestra convivencia democrática, en primer lugar dentro de Cataluña. Como es sabido, los argumentarios son más bien consignas que se facilitan a los sufridos políticos que tienen que enfrentarse con preguntas incómodas acerca de problemas espinosos o/y complejos con la finalidad de que no se salgan ni un milímetro de la línea oficial, establecida normalmente por el líder del partido y sus asesores de comunicación.…  Seguir leyendo »

Más allá de los resultados electorales, la impresión que ha dejado la campaña electoral en la Comunidad de Madrid no puede ser más demoledora. De las llamadas al reagrupamiento antifascista de Pablo Iglesias a los eslóganes reduccionistas o/y malintencionados utilizados por los partidos de la derecha, pasando por las amenazas de muerte a algunos candidatos (con sus correspondientes escenificaciones públicas) todo deja una impresión de espectáculo muy antiguo, un poco disparatado, de una enorme frivolidad y, sobre todo, agotador para cualquier ciudadano con un mínimo sentido crítico. No es de extrañar que la valoración de los políticos y los partidos siga descendiendo en los sucesivos barómetros y encuestas que se publican en nuestro país, constatando una desafección hacia la clase política no por merecida menos preocupante.…  Seguir leyendo »

Con la venia del pueblo

La reciente emisión en Telecinco de los dos primeros capítulos de la docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva, en la que la popular hija de Rocío Jurado acusa a su ex marido Antonio David Flores de malos tratos físicos y psicológicos, tuvo un inmenso éxito de audiencia ya que, en palabras de algún medio, «llegó directamente al corazón de los espectadores». Y no solo de los espectadores de a pie, sino de algunos espectadores relevantes como la ministra de Igualdad, Irene Montero, o la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, quienes se apresuraron a manifestar en redes su apoyo a la protagonista, destacando que su testimonio era el de una víctima de violencia de género.…  Seguir leyendo »

La realidad y el deseo

El mes transcurrido desde el 14-F y el levantamiento por el Parlamento Europeo de la inmunidad de los eurodiputados Puigdemont, Ponsatí y Comín el 9 de marzo ha dejado bien claro hasta qué punto el supuesto éxito de la operación Illa se ha quedado en un pío deseo frente a la tozuda realidad de que el independentismo catalán no es un aliado fiable. No ha habido ni el más mínimo de intento de acordar un tripartito supuestamente progresista (considerar progresista a un partido nacionalista reaccionario como ERC no deja de ser otro pío deseo) frente al interés claro de los partidos separatistas de seguir copando los cargos, los presupuestos y la maquinaria del poder en Cataluña, con o sin independencia a la vista, que esto empieza a no ser tan esencial.…  Seguir leyendo »

Cataluña el laboratorio del populismo identitario

El laboratorio político del populismo identitario en que se ha convertido Cataluña desde que se inició el procés encierra muchas enseñanzas a las que convendría prestar atención, dado que parece que, los vientos trumpistas que allí soplan arrecian cada vez más fuerte en el resto de España. Sin duda, las señales más inquietantes son las que emanan de los partidos independentistas que tan bien encarnan las políticas de la identidad y el desprecio por la democracia liberal y el Estado de Derecho que, no lo olvidemos, suelen ir de la mano. Efectivamente, dado que lo habitual en una sociedad moderna –o incluso en una premoderna– es que los individuos tengan varias identidades que coexisten entre sí pacíficamente (la nacional, pero también la ideológica, de género, de creencias, de profesión, de hobbies, etc.)…  Seguir leyendo »

El espejismo de los fondos europeos

Parece que –como ya sucedió en la crisis financiera anterior– nuestro Gobierno vuelve a fiar la recuperación tras la pandemia a la ayuda europea, obviando, una vez más, la necesidad de hacer esas reformas estructurales imprescindibles a la que tan alérgicos son nuestros partidos políticos, con o sin mayoría absoluta. Aparentemente, seguirán pendientes de abordar cuestiones tan esenciales como la baja productividad de la economía española, la insoportable dualidad de nuestro mercado laboral, la reforma de las administraciones públicas, la despolitización y profesionalización de las instituciones, la mejora de la educación o la sostenibilidad del Estado del bienestar y de las pensiones.…  Seguir leyendo »

Desmontando el Estado de Derecho

Desde la lectura de las leyes catalanas, los días 6 y 7 de septiembre de 2017, de referéndum y de transitoriedad jurídica aprobadas por el Parlament de Cataluña, atropellando todo lo que se les pusiera por delante, hasta estas últimas semanas no había vuelto a experimentar esta sensación de asombro y profunda desolación. La producen textos jurídicos que no solo son incomprensibles y erróneos desde el punto de vista técnico-jurídico, sino que su finalidad última es desmontar nuestro Estado democrático de derecho. Ahora, desgraciadamente, vuelve esa sensación y con ella la preocupación acerca de si nuestras instituciones van a resistir estos test de estrés a los que están siendo sometidas de forma inmisericorde por nuestros gobernantes con una frivolidad pasmosa.…  Seguir leyendo »

Estado de desconcierto

Vivimos las últimas semanas en Madrid y en el resto de España en un estado de desconcierto permanente. La gestión de la pandemia ha desnudado las muchas carencias de un Estado complejo que empieza a mostrar algunos síntomas preocupantes de Estado fallido, al menos en aspectos tan básicos como gestionar la salud pública de sus ciudadanos. El que los problemas puestos de manifiesto sean tanto de tipo político-institucional como de capacidad de gestión no es precisamente un consuelo. En este sentido, el lamentable espectáculo ofrecido las dos últimas semanas por el Gobierno central y el de la Comunidad de Madrid, desde la ridícula escenificación entre banderas del supuesto acuerdo entre ambos (dinamitado apenas unos días más tarde en prime time) hasta la declaración del estado de alarma sin consenso en Madrid es un síntoma gravísimo de la enfermedad institucional que padecemos.…  Seguir leyendo »

La nueva oleada del coronavirus (o de rebrotes, si se prefiere) ha vuelto a poner de manifiesto los graves problemas de falta de capacidad de gestión que tiene España como Estado y que es urgente resolver de una vez si queremos enfrentarnos con alguna garantía, no ya a la pandemia, sino a cualquiera de los numerosos retos que, desde la digitalización al calentamiento global, tenemos encima de la mesa. Además es imprescindible si queremos aprovechar la oportunidad histórica para reformar España que representan los importantes fondos europeos y que nos obligan a presentar proyectos solventes.

Antes que nada conviene reconocer lo obvio: la desastrosa gestión de esta segunda oleada del virus nos recuerda lo que ya sabíamos los que conocemos bien las Administraciones Públicas: que no hay recursos ni materiales ni, sobre todo, humanos para planificar y coordinar algo tan complejo y delicado desde el punto de vista económico, sanitario y social como la desescalada ordenada de una pandemia.…  Seguir leyendo »

Una vez descubiertas las andanzas patrimoniales y fiscales del Rey Emérito (que tanto se asemejan a la de otros personajes de su generación como el ex president Pujol) y aceptada por Don Juan Carlos I la única solución posible, es decir, apartarse de toda tarea institucional y abandonar España, la pregunta que podemos hacernos es la de si merece la pena conservar la Monarquía como institución central de la Constitución; y, si la respuesta es positiva, qué reformas habría que hacer.

Es indudable el interés político que tiene para algunos partidos utilizar el enriquecimiento patrimonial en negro del Rey Juan Carlos I, al margen de cualquier vía institucional o legal, para impulsar la idea de que la monarquía –«los Borbones»– es, por definición, corrupta y antidemocrática.…  Seguir leyendo »

Ahora que estamos debatiendo sobre las posibles condiciones para recibir unos 140.000 millones de euros de dinero europeo –entre transferencias y préstamos–, convendría que nos hiciésemos algunas preguntas. La primera es muy sencilla: ¿se imaginan ustedes lo que nos pasaría si no fuésemos un Estado de la Unión Europea, con la crisis que tenemos encima y el endeudamiento que arrastramos? La segunda es un poco más complicada: ¿por qué muchos españoles pensamos que es mejor que los países europeos nos ayuden pero condicionando estas ayudas económicas a un programa estricto de reformas estructurales que llevan lustros pendientes? Pues porque se trata de una oportunidad histórica de alinear los incentivos de nuestra clase política para emprender de una vez las reformas que necesita este país, lo que hasta ahora no ha sido posible tras el fracaso sin paliativos de la llamada nueva política que se suponía venía a regenerar la política y las instituciones.…  Seguir leyendo »