Más allá de la fe: feminista federal
No somos dioses. Ninguno de nosotros lo es. Tampoco sumados lo somos. No hay pueblos divinos. Todos estamos hechos del barro de las batallas y de la tierra fértil de los momentos de paz. Esos en los que dejamos de luchar por las ideas y somos capaces de crearlas. Si arrinconamos la superioridad que nos aportan las creencias, solo somos personas que aspiramos a tener una vida digna de ser vivida y un futuro para legar a nuestros hijos. Un anhelo humilde. O muy ambicioso. Pero que, en cualquier caso, delata cuanto en común hay en nuestra diversidad.
Somos diversos. Y podemos construir un muro que proteja esa diversidad o crear esferas flexibles, dinámicas, capaces de acoger a todos y cada uno de nosotros. … Seguir leyendo »