Tribulaciones hídricas urbanas
Con el atribulado ciudadano digiriendo las elecciones catalanas, se le anuncia otro plato aún mayor, las generales. Y claro, con tanto sobresalto olvida los bochornosos incidentes del pasado verano (a los que después me referiré) y que se repetirán si nadie mete mano a nuestra vieja cultura hídrica. Piensa el ciudadano que la administración (autonómica, nacional o europea) debe asumir las inversiones necesarias para construir o actualizar las infraestructuras de agua urbana. Lo evidencia un reciente titular de prensa, "Benicàssim se une y exige a Rajoy otra depuradora", una reivindicación, por cierto, contraria a la Directiva Marco del Agua (DMA) que, desde el año 2000 (con moratoria hasta el 2010), dice que son los usuarios quienes deben pagar todos los costes del servicio.… Seguir leyendo »