El reto de la economía colaborativa
Mi padre solía decir: «El coche y la mujer no se comparten». Obviando el componente machista, la expresión muestra el valor que se solía otorgar a la posesión del coche y que claramente está de baja, sobre todo en entornos urbanos donde cada vez hay más inconvenientes para su uso. Coches, motos, o casas no residenciales son activos con un coste de adquisición relativamente elevado para una economía familiar y que casi nunca se utilizan al máximo de su capacidad. La economía colaborativa permite a los propietarios alquilar estos bienes cuando no están siendo usados y a los no propietarios utilizarlos sin necesidad de comprarlos.… Seguir leyendo »