España necesita el triunfo de la moderación
El quinquenio de Sánchez y de su Gobierno Frankenstein será recordado por dos elementos altamente tóxicos para la convivencia democrática que abrazamos los españoles con la Constitución de 1978: el intento de resucitar «las dos Españas» enfrentadas; y un intervencionismo gubernamental asfixiante con grave menoscabo del normal funcionamiento de las instituciones del Estado, del equilibrio de poderes y de los espacios de libertad propios de una sociedad democrática.
En su misma concepción y origen el «Gobierno Frankenstein» fue hemipléjico. Quiso representar a media España y enfrentarla a la otra media. Concibió la polarización social y política como el instrumento fundamental para el logro de sus objetivos y para perpetuarse en el poder, con una visión maniquea, que enlazaba con lo peor de la II República.… Seguir leyendo »