Jubilarse en el siglo XXI
En un tiempo las cosas estaban claras en materia de protección social. Se trabajaba —porque se tenía capacidad para ello— o se recibía protección —porque no se podía trabajar—. Lógicamente, la incompatibilidad entre protección y trabajo era regla general. Lo contrario supondría admitir una contradicción: trabajaba quien no podía hacerlo. Situaciones diferenciadas, reguladas por legislaciones —laboral y seguridad social— complementarias y excluyentes. Este esquema tradicional apoyó la construcción del Estado de bienestar, modelo de éxito y de larga vida, fundamentalmente en Europa occidental.
Los tiempos cambian. Mayor esperanza y calidad de vida y descenso de la natalidad conforman un escenario demográfico marcado por el envejecimiento (estresado por la próxima jubilación de los baby boomers).… Seguir leyendo »