La nueva Tangentópolis
De pronto, como decían las Sagradas Escrituras, se rasgó el velo. La Italia construida y representada por el populismo de Berlusconi (los ciudadanos convertidos en un pueblo de espectadores, el líder como ídolo, la política como un acontecimiento continuo) ha tenido que enfrentarse con la realidad. Una realidad permanentemente camuflada por la retórica heroica del primer ministro, una epopeya que marcha de triunfo en triunfo, sin ni siquiera acusar recibo de la crisis económica que golpea a todo Occidente. Se ha descubierto que la corrupción se esconde bajo el sistema, lo debilita y lo degrada, hunde el mercado, ignora los méritos, premia la astucia y las camarillas.… Seguir leyendo »