Reflexiones en un Sábado Santo
Un inmenso silencio, tras el último suspiro de Nuestro Señor el Viernes Santo, parece adueñarse del universo entero. Un día vacío, al final de la Semana Santa, hasta que estalla la Gloria de la Resurrección. Las tinieblas parecen prolongarse durante todo este día. El 'horror vacui' producido no sólo en el espacio sino también en el tiempo. Como decía Ratzinger, en sus 'Meditaciones sobre el Sábado Santo', una Pascua de 1969, sentimos la «angustia de una ausencia». «Porque esto es el Sábado Santo – continúa–, el día en que Dios se oculta, el día de esa inmensa paradoja que expresamos en el credo con las palabras: ''descendió a los infiernos, descendió al misterio de la muerte''.… Seguir leyendo »