Felipe Fernández-Armesto (Continuación)

Uno de los estereotipos que tenemos los europeos de nuestros amigos estadounidenses es que carecen de un sentido irónico de humor. Ahora sé que es verdad. «En 2011 -dije hace unos días en CNN.com- no sucedió nada». A continuación me llegaron un montón de correos electrónicos de protesta, argumentando que, por ejemplo, en Dakota del Norte habían experimentado fenómenos meteorológicos extremos, que los Packers de Green Bay habían ganado la Copa de fútbol americano, que algunos -aunque dolorosamente pocos- de los desempleados de Scranton (Pennsylvania) habían encontrado trabajo, y que en Tuscaloosa (Alabama), Fulano de Tal se había enamorado.

Por supuesto, sucedieron muchas cosas a lo largo de 2011, algunas de las cuales fueron dignas de ser destacadas en los medios de comunicación, y quizá incluso alguna -ya veremos- en libros de Historia que quedan por escribirse, tales como los alzamientos antigubernamentales en varios países árabes, la crisis del euro, el comienzo de la retirada estadounidense en Irak, la dimisión de Berlusconi, el triunfo del Partido Popular en España, y las muertes de Václav Havel, Osama bin Laden, Gadafi y Kim Jong-il.…  Seguir leyendo »

«No seas tonto. Es la economía (It´s the economy, stupid)». Así rezaba textualmente, en mayúsculas bien negras, la famosa pancarta que presidía el despacho de Bill Clinton en su campaña electoral a la presidencia de Estados Unidos en 1992, para contestar a la pregunta de siempre: «¿Cuál es el tema principal que preocupa a los votantes?». Ahora, con el paro a niveles históricamente inquietantes en EEUU y con un déficit presupuestario bastante peor que el de la Eurozona, todo el mundo piensa que en las elecciones de 2012 el asunto clave será el mismo: la economía, vamos, no seas tonto.…  Seguir leyendo »

A veces las películas de Hollywood suscitan controversias que poco o nada tienen que ver con sus rasgos puramente cinematográficos. Algunas, por su contenido, ofenden a tal o cual minoría étnica o religiosa; otras adoptan una clara postura política o moral que va en contra de las creencias o intereses de sus críticos; de vez en cuando los historiadores lamentan errores o anacronismos en los guiones de ciertas producciones... Sin embargo, todos reconocemos que Hollywood es una factoría de entretenimiento sin excesiva obligación de respetar la verdad. Es curioso, por tanto, que el reciente estreno de Anonymous, una nueva película sobre la vida de Shakespeare, haya incitado a los estudiosos más enterados del tema a publicar encendidas críticas contra el filme en los medios de comunicación del mundo angloparlante -y, por ende, a dar publicidad gratuita a un producto que a lo mejor no hubiera alcanzado tanto interés entre el público sin la intervención de esas denuncias-.…  Seguir leyendo »

¡Vivan las crisis! A menudo, y cada vez con más frecuencia, amigos y colegas en EEUU me preguntan -con cierta tendencia a disfrutar de la Schadenfreude que es normal en una cultura donde todo el mundo se esfuerza en sonreír- si los europeos podemos sobrevivir entre los problemas que nos rodean. Les contesto que cuantas más crisis, mejor.

No se lo digo sólo porque me gusten las provocaciones. Ni quiero insinuar que estemos ya a salvo: el euro podría todavía hundirse y es posible que nuestras economías se desplomen hacia el fondo del abismo. La misma Unión Europea podría saltar en pedazos.…  Seguir leyendo »

«La situaciónya es tan grave que ni me atrevo a intentar reformas». La frase, indudablemente apócrifa, atribuida a un primer ministro inglés del siglo XIX, respira la esencia del conservadurismo: el temor al cambio y la sospecha de que las reformas suelen resultar aún peores que los problemas que se proponen resolver. Tengo que confesar que soy un conservador por temperamento: pesimista, desconfiado y temeroso, torcido y cohibido por el sentimiento trágico de la vida, con una mentalidad crítica y escéptica tan profunda que veo los defectos de cada propuesta y termino apostando por no hacer nada. Pero el conservadurismo inteligente no es así: reconoce que las reformas racionales son necesarias en un mundo de cambio, para ajustarnos a un entorno inestable, mantener lo mejor de la tradición y la experiencia y afrontar la amenaza de una revolución violenta.…  Seguir leyendo »

No escupa, ni se saque los mocos de la nariz ni se hurgue la oreja con el dedo en presencia de una dama». Me acuerdo perfectamente de aquellos consejos tan saludables de conducta que leí hace ya 50 años en el comedor del cuartel general del Ejército del Aire de Pakistán. Mi madre, en una visita al país, había llevado el texto por divertirse. Y, efectivamente, resultó muy entretenido, aunque en cierto sentido desconcertante para un niño pequeño y bien educado. ¿A quién se le ocurriría sacarse los mocos de la nariz en la mesa? ¿Y qué más daba que estuviese presente una mujer?…  Seguir leyendo »

Según Angela Merkel, los españoles -y todos los habitantes del sur de Europa- deben trabajar más. Omite la canciller teutona que en España, por regla general, la gente no sólo se jubila a una edad más tardía que en Alemania, sino que trabaja más horas semanales y además dispone de menos días de vacaciones al año que los británicos o los daneses, por citar dos ejemplos. Así que el juicio de Merkel no corresponde a los hechos, sino que nace del mito de la ética protestante del trabajo. Por lo visto, lo que distingue a esos supuestos holgazanes mediterráneos es su tradición religiosa -católica en el caso de los españoles, italianos, portugueses e irlandeses, ortodoxa en el griego-.…  Seguir leyendo »

Nuestra sociedades cada vez más abierta, más liberal, más tolerante... En definitiva, más libre. ¿Verdad? Pues yo creo que no, o al menos que nuestra liberación ha sido muy desigual y ha ido creando nuevas víctimas, nuevas tiranías. Es innegable, por supuesto, que hoy más que nunca aceptamos -con relativamente pocas excepciones- una mayor diversidad en el comportamiento, el lenguaje, el vestido y, sobre todo, en las preferencias sexuales.

Es igualmente cierto que los prejuicios por razón de sexo, edad, minusvalía, religión o color de piel ya son inaceptables. En medio de un mundo de múltiples civilizaciones e intercambios culturales, aceptamos el pluralismo como credo común, porque, paradójicamente, es la única ideología que podemos compartir todos.…  Seguir leyendo »

Las democracias vuelven a la guerra

Una de las inumerales consecuencias positivas de la extensión del sufragio universal ha sido la de evitar -o al menos limitar- guerras temerarias, injustas e innecesarias y proteger las democracias. Lógicamente, las masas, que al fin y al cabo siempre son las víctimas de las guerras, no estaban dispuestas a apoyarlas salvo en caso de necesidad innegable y es lógico que ante la posibilidad de elegir a sus líderes, se decantaran por los más pacíficos. Además, la aparición y desarrollo del voto femenino añadió otro motivo para que la sociedad apostara por la paz: el instinto materno de cuidar a los varones de la familia y de resistir a los líderes que querían sacrificarlos en los altares de la guerra.…  Seguir leyendo »

Referirse a los discapacitados como «tontitos» en una reunión a finales de febrero le valió un aluvión de críticas a la popular Celia Villalobos. La secretaria cuarta de la Mesa del Congreso se decidió entonces a responder por escrito a todos los que la habían regañado, y explicó en una carta que todo había sido un malentendido o incluso una tergiversación intencionada por parte de José Bono, presidente de la Cámara Baja. Las disculpas iniciales de los portavoces del PP ya habían calificado de equívoco las palabras de Villalobos, pero en este caso malentendido parece ser un puro eufemismo.

Villalobos no empleó la palabra «tontitos» ni nada semejante.…  Seguir leyendo »

Digamos que Cataluña es un país soberano. ¿Y qué más daría? La retórica actual de Artur Mas es típica de un vicio político característicamente español: el de gastar tiempo discutiendo sobre conceptos vagos, vacuos y vanagloriosos. Ya hemos sufrido debates sobre la memoria histórica y la memoria democrática -frases que carecen de sentido, ya que la memoria es necesariamente histórica por referirse ineludiblemente al pasado, y no puede pertenecer a ninguna doctrina ni ideología por ser esencialmente personal-. Ya hemos aguantado la vacuidad de las disputas en torno a si tal o cual grupo es o no es una nación, lo cual es otra insensatez porque las naciones son comunidades imaginadas que no tienen existencia fuera de las mentes de quienes sienten pertenecer a ellas.…  Seguir leyendo »

Esos desgraciados son sucios. Huelen mal. Evenenan el aire. Perjudican la salud de sus vecinos. Amenazan la salud pública. Ofenden a la mayoría. Sus costumbres son asquerosas. Se obstinan por ser diferentes y descartar los consejos de sus superiores. Su presencia en el país es una ofensa inaguantable. Hay que echarles, marginarles o forzarles a conformarse con las normas vigentes de la sociedad que les rodea y de las elites. Para lograr tener una sociedad pura, limpia, y casta hay que suprimir sus prácticas contaminantes. Mientras tanto, hay que perseguirles y someterles a leyes discriminatorias, campañas de denigración, y actos de humillación.…  Seguir leyendo »

Sin quererlo, he provocado un pequeño incidente diplomático. En un reciente coloquio en el Instituto Cervantes de Nueva York, donde se reunieron representantes diplomáticos y académicos de varios países latinoamericanos para conmemorar el Bicentenario del inicio de las guerras de independencia, la delegación venezolana se marchó indignada cuando yo dije -inocentemente y en broma- que Venezuela podía destituir a Simón Bolívar como héroe nacional y sustituirle por el mosquito Aedes Aegypti, portador de la fiebre amarilla. Éste, desde luego, hizo mucho más que aquél para acabar con los ejércitos españoles.

Para mí, sería fácil sucumbir a la tentación de sentir cierto orgullo.…  Seguir leyendo »

Marx tenía razón. Por lo menos, ahora me parece posible que la tuviese en un par de profecías hasta ahora aparentemente disparatadas: sí se producirá una revolución del proletariado; y sí se iniciará en EEUU.

Parece atrevido decirlo tras las elecciones legislativas de la semana pasada, en las que triunfó la derecha, con un programa de recortes presupuestarios, liberación del sector privado y disminución del papel del Estado en la economía. Los resultados de los comicios ocultan, además, una tendencia profunda en la sociedad estadounidense aún más favorable a la derecha. Los anuncios políticos por radio y televisión proclaman los méritos de los candidatos, o denuncian los de sus opositores, con un vocabulario único de conservadurismo.…  Seguir leyendo »

Admiro a los italianos. Hasta me da vergüenza pensar en ellos, por lo peores que somos los españoles. No me refiero, por supuesto, al gusto político de nuestros vecinos mediterráneos. Al lado de Berlusconi, nuestro presidente de Gobierno parece ser un modelo de honradez y sagacidad. No se trata de la música de los italianos, que en su día era sumamente exportable pero que hoy en día no tiene gran cosa de especial; ni de sus artes visuales, que, a pesar de su insuperable trayectoria histórica no llevan gran ventaja sobre las de España; ni de su comida espléndida, ya que actualmente la cocina española también brilla por su renombre internacional.…  Seguir leyendo »

Al ver a un perro tratando de caminar sobre dos patas, según un erudito inglés del siglo XVIII, no hay que criticarle por su seguro fracaso, sino felicitarle por haberlo intentado. El pluralismo cultural es así. No hay que abandonarlo por funcionar mal; lo asombroso es que, a pesar de sus problemas e insuficiencias, por lo menos exista. Debemos celebrarlo y mantenerlo, y trabajar para que se mejore. Pero según parece, por falta de paciencia ante un proceso largo, difícil, e interrumpido por una serie de fiascos, el público y los gobiernos de varios países occidentales -sobre todo en Europa y EEUU- están reaccionando en contra del esfuerzo por crear y mantener sociedades multiculturales.…  Seguir leyendo »

Tres millones de dólares para fundar una institución donde colaboren científicos africanos, tres millones más para dotar un premio internacional destinado a científicos que contribuyan a «mejorar la vida humana» y unos 60.000 millones de euros para sí mismo y su corrupta familia. Para los habitantes de su país, abonados a la miseria -pese a la riqueza petrolífera que les rodea-, asolados por enfermedades y oprimidos por la dictadura, nada. Así es la filantropía de Teodoro Obiang Nguema; enorme, pero selectiva. El mundo entero se indignó al conocer que la Unesco aceptó, semanas atrás, la propuesta del tirano de Guinea Ecuatorial para patrocinar el Premio Unesco-Obiang, de carácter científico, y con la dotación económica mencionada.…  Seguir leyendo »

No hacían falta dotes de clarividente para acertar una predicción que realicé días atrás: la selección estadounidense de fútbol no ganaría el Mundial de Sudáfrica. EEUU fue apeado de la competición tras perder el partido de octavos frente a la selección de Ghana. Pese a que en la primera ronda le salieron algunas cosas bien, una vez más se ha confirmado que la superpotencia mundial no ejerce en el fútbol ese predominio del que puede presumir en tantos otros deportes. Cabe preguntarse por qué.

Desde la óptica europea, el fútbol en Estados Unidos es un fenómeno raro, bastante ajeno a la cultura y a la tradición del país.…  Seguir leyendo »

¿Cuál es el derecho más importante de un ciudadano?». Quedé perplejo cuando vi la pregunta en un borrador del interrogatorio que tiene que rellenar un inmigrante que pretende ser ciudadano de Estados Unidos. Lógicamente,el más fundamental de todos es el derecho a la vida, pero en este caso se trata de un derecho humano más que de uno de ciudadanía. Tal vez la respuesta correcta sería el derecho a trabajar,o el derecho a ser juzgado honradamente en caso de un presunto delito, o el derecho ala libertad de pensamiento y de expresión. Tratándose de EEUU, hasta podía ser algo culturalmente singular, como aquel famoso derecho a llevar armas concedido por la Constitución.…  Seguir leyendo »

Me parece fenomenal que algunas universidades ofrezcan cursos sobre el aborto. Si son rigurosos y los profesores, personas honradas y cualificadas, los alumnos aprenderán que la interrupción del embarazo es un mal tremendo y profundo que deshonra a nuestra sociedad. En este sentido, tales cursos pueden ser útiles e instructivos. Aún es posible que conduzcan a una sociedad más ética, a unas leyes más racionales y a un mundo más feliz. Lo que no me agrada es que un ministro los proponga y que el Gobierno pretenda infligirnos más cursos obligatorios en lugar de dar libertad a los profesores y ensanchar el currículo con mayor diversidad de temas.…  Seguir leyendo »