Félix Ovejero Lucas (Continuación)

Todos eran populistas

En un conocido poema, Becquer sostenía que la poesía es eso que queda una vez nos hemos desprendido de la rima, el metro, la cadencia y “hasta la idea misma”. Para la política, para la mejor política, quizá debamos buscar una definición parecida: lo que queda una vez nos olvidamos de encuestas, broncas, oportunismos y búsquedas de titulares. Eso sí, habría que retener “la idea misma” e, inmediatamente, echarse a llorar, porque esa política, la de las ideas, con principios reconocibles y propuestas institucionales acordes con ellos, resulta infrecuente. La competencia electoral impone palabras vacías, promesas imprecisas y griterío descalificador. Se trata de prometer todo a todo aquel en condiciones de votar, omitir propuestas incómodas, aplazar dificultades y buscar clientes por cualquier esquina.…  Seguir leyendo »

Emociones y razones

La apelación nacionalista a los sentimientos es constitutiva. Sucede con ideas fundamentales, como identidad (“yo me siento más catalán que español”), y también con otras más circunstanciales, como desafección (“no nos sentimos queridos”). Un uso peculiar del lenguaje. Querer a pueblos enteros me parece una desmesura para la que me reconozco incapaz. Tampoco lo demando. Resignadamente, sólo aspiro a que me quieran mi pareja y algún amigo. De mis conciudadanos espero que defiendan mis derechos y consideren mis opiniones. Por otra parte, para lo que importa, yo soy catalán, español, europeo y, puestos a precisar, terrícola. No estoy orgulloso de tales títulos que no he hecho nada para merecer.…  Seguir leyendo »

La nación es un enigma y el nacionalismo un enigma levantado sobre otro enigma. No es raro. Lo han repetido los mejores estudiosos del asunto: el nacionalismo no es el resultado de la nación, sino que, al revés, el nacionalismo se inventa la nación en nombre de la cual habla. Más exactamente, en los términos, adaptados, de Rodríguez Abascal, en Las fronteras del nacionalismo: un conjunto de individuos (los nacionalistas) sostienen que otro conjunto más numeroso es una nación y se proclama su portavoz. Se proclama tanto que, como si de un pater familias se tratase, incluso se considera en condiciones de sentenciar acerca de sus emparejamientos, por decirlo en fino: “(El mestizaje) será el fin de Cataluña (…).…  Seguir leyendo »

La mejor filosofía por unidad de tiempo y superficie se hizo a principios del siglo pasado en Viena. Eso sí, la vida verdadera iba por otro lado. Las tesis doctorales ignoraban a Mach, Boltzmann, Einstein o Brentano y seguían entretenidas con Kant, Schopenhauer y Herbart. El preciso dato, recordado por Friedrich Stadler en su monumental obra El círculo de Viena, es una invitación a desconfiar de cualquier apelación al Zeitgeist,al espíritu de la época, al menos mientras los económetras no desembarquen con buenas maneras en la historia de las ideas.

El recordatorio es una venda antes de la herida a cuenta de lo que quiero llamar la atención: el retorno del romanticismo a la política.…  Seguir leyendo »

Que yo recuerde, Juan de Mairena en sus clases de retórica no se ocupa de los artículos intercambiables. Me refiero a esos textos que avanzan sin otro sostén que un andamio de lugares comunes que, de tan repetidos, nos parecen indisputables. Nunca se llega a decir nada, aunque todo suena muy convincente. Permítanme recrear el género: “Hay que evitar cualquier extremismo. Lo que tienen que hacer los que están a favor y en contra de X es buscar consensos, dialogar, ceder en sus radicalismos. Los que no estamos ni con unos ni con otros nos vemos tironeados por quienes vuelven la espalda a soluciones democráticas y pactadas.…  Seguir leyendo »

Según parece, estamos programados para ser hegelianos. Lo habían dicho los psicólogos y, lo que resulta más fiable, lo han confirmado los neurólogos: el hábito de hacer de la necesidad virtud forma parte de los guiones con los que abordamos nuestros tratos con la realidad. El vicio intelectual de creer que la historia avanza de su mejor lado afecta a cualquier hijo de vecino, incluidos, desgraciadamente, los analistas de los aconteceres humanos, empeñados en alimentar relatos en los que se confunden y superponen lo que sucede y lo que nos gustaría que sucediera. La historia, “el cuento de un idiota lleno de ruido y de furia sin significado”, se reescribe como si se tratara de un guión planificado bien por los humanos bien por los dioses.…  Seguir leyendo »

Hace algunos años, en el restaurante de un tren que atravesaba Escocia, coincidieron un matemático, un físico y un astrofísico. Al mirar por la ventana, este último mostró su sorpresa: “Vaya, en Escocia las ovejas son negras”. Inmediatamente, el físico matizó: “Bueno, querrás decir que en Escocia hay ovejas negras”. El matemático, callado hasta entonces, resolvió: “En rigor, lo único que podemos decir es que en Escocia hay al menos una oveja de cuyos lados uno es negro”.

Quizá sería mucho pedir a los ciudadanos la pulcritud neurótica del matemático de esta apócrifa historia, pero, sin duda, de hacerlo, mejoraría nuestra vida pública.…  Seguir leyendo »

Como Zavalita, ignoro cuando se jodió Perú. Sin embargo, sí creo que podemos datar con precisión de astrofísco cuando se jodió la política: en mayo del 68. En aquellos días se acuñó una mirada adolescente que todavía es la nuestra, quizá por aquello de Ortega y las generaciones, de que los jóvenes de entonces, que ahora mandan, se han hecho mayores sin abandonar la ontología en la que se formaron, esa que condesaban famosas consignas de aquellos días: “Sed realistas, exigid lo imposible” o “No queremos un mundo donde la certeza de no morir de hambre viene contra el riesgo de morir de aburrimiento”.…  Seguir leyendo »

Los conciertos económicos no son fáciles de justificar. Al menos, mientras esperemos argumentos políticos, públicos, susceptibles de ser atendidos por todos. El «a mí me conviene», el egoísmo, puede ser un incentivo, pero nunca un principio moral. Cuando escarbamos en la palabrería de sus defensores encontramos cuatro argumentos: no suponen privilegios; están consagrados en la Constitución; no hay problemas con el concepto, sino, si acaso, con su aplicación; tienen profundas raíces históricas. El primer argumento es poco compatible con los datos. Según uno de los más competentes analistas de estas cosas, Ángel de la Fuente, «la financiación por habitante del País Vasco es superior en un 60% a la media de las regiones de régimen común a igualdad de competencias y la situación no es muy distinta en Navarra».…  Seguir leyendo »

A veces hablamos como hablamos, y eso nos lleva a simplificar las expresiones”. De este modo quiso justificar Francesc Homs, portavoz de la Generalitat, una falsedad repetida durante meses por los nacionalistas: que el Tribunal Constitucional alemán había establecido un límite fiscal del 4% al déficit de los länder. Como si se tratara de un despiste circunstancial sobre un asunto opinable y no de una consigna de meses sobre números y sentencias. No es la única vez que descubrimos que la economía del nacionalismo se sostiene en mentiras sin escapatorias. También sucedió con otro mantra, este de menor tráfico y con más esquinas: el Principio de Ordinalidad, según el cual es consustancial a los Estados federales que las transferencias de nivelación no alteren el orden de las federaciones por recursos tributarios per capita o por habitante ajustado.…  Seguir leyendo »

A los opinadores conservadores les faltó tiempo. Ni se molestaron en leer el decreto ley antidesahucios de la Junta de Andalucía: un robo, una agresión confiscatoria, un expolio. Cospedal incluso fue más lejos: una inseguridad jurídica que transmite señales equívocas a los mercados internaciones. Poco importó que en Francia o el Reino Unido exista legislación parecida o que las expropiaciones constituyan prácticas comunes de los gobiernos, por ejemplo, cuando establecen un trazado ferroviario o una red de carreteras. De hecho, si hacemos caso a la vicepresidenta, un decreto ley aprobado por el gobierno meses atrás incorporaba medidas como las ahora descalificadas.…  Seguir leyendo »

Los comentaristas han destacado, sobre todo, su defensa de la razón y su descalificación del relativismo. En principio, se podría pensar que una cosa va con la otra, que su compromiso racionalista está en el origen de su condena del “todo vale”. La razón oficiaría como un baremo capaz de ponderar la dispar calidad de las ideas. Si esa fuera la opinión del ahora Papa emérito, los aficionados a la filosofía estaríamos encantados. Es el guión que inspira a la competencia científica y, también, a la versión más decente de la democracia, esa que entiende la pública deliberación como el método más seguro para recalar en la mejores propuestas.…  Seguir leyendo »

De nuevo el nacionalismo con los tambores de la catástrofe. Nadie propone que el catalán deje de ser vehicular ni la separación de niños por lenguas, sino la simple aplicación de sentencias del Constitucional y del Supremo, que avalan una tibia educación bilingüe. Siempre atenta a las inquietudes del poder local, la disciplinada sociedad civil no falta al enésimo toque de corneta. Se fotografían indignados los rectores de Universidad y desde el AMPA, con siglas independentistas, se convoca por correo electrónico a los padres a manifestaciones. Entretanto, a diferencia de lo que sucede en Madrid, con imperturbabilidad budista se digieren recortes y privatizaciones de un Gobierno autónomo que no tiene pudor en decir, por boca de su consejero de Salud, que “no hay un derecho a la salud, porque depende del código genético de la persona”.…  Seguir leyendo »

Confieso que tenía dudas a la hora de sumarme a la huelga general. Me las disiparon las críticas de los conservadores. En su mayoría no se referían al contenido de la huelga, a la justicia de las denuncias o de las reclamaciones, sino a la idea misma de la huelga general. Algo bastante serio. De modo que, por lo que pueda venir, no está de más diseccionarlas. Al menos tres de ellas.

La primera criticaba sus motivaciones: era “política”, con un objetivo difuso y, por ello, “condenada al fracaso”. El argumento, de entrada, asume una línea de demarcación entre causas justificadas, las económicas, y no justificadas, las políticas.…  Seguir leyendo »

No me acabo de reponer. Cuando intentaba entender qué había llevado a los sindicatos catalanes a defender un pacto fiscal y unas políticas lingüísticas que quiebran el principio de igualdad entre los ciudadanos, me entero de que asistieron a la manifestación independentista. Pero, en fin, con un poco de esfuerzo, puedo conjeturar alguna explicación, no muy caritativa, puestos a decirlo todo. Eso sí, lo que está fuera de mi entendimiento es el silencio de los sindicatos y de la izquierda en el conjunto de España. Incluso algunos dicen, como en los años de plomo, “algo habremos hecho los españoles para llegar aquí”.…  Seguir leyendo »

No hay mal que por bien no venga. A lo tonto, los españoles, a cuenta de la crisis, hemos hecho un máster en economía financiera. No solo eso. En el camino también hemos aprendido la higiénica perspectiva analítica de los economistas: al final, todo se reduce a ponderar costes y beneficios, o más exactamente, a diseñar unas instituciones que, al enmarcar un juego de incentivos para los agentes económicos, permitan obtener resultados interesantes desde algún punto de vista. Es buena cosa, entre otras razones, porque nos alivia de las retóricas antropológicas que, a solas o en compañía del virus nacionalista, florecen con tanta facilidad en las circunstancias complicadas para acabar echando la culpa de los males propios a la identidad de los otros: que si los españoles somos unos haraganes, los alemanes unos mezquinos y los griegos, ni les cuento.…  Seguir leyendo »

La política catalana no abusa de la sensatez. Para muestra, la de siempre. Según parece, estudiar también en la lengua común y mayoritaria de los catalanes –y de buena parte de los inmigrantes-- divide a la ciudadanía. Según parece, no hace falta aprenderla en la escuela, porque es la que normalmente usan los catalanes y se aprende en la calle, lo que de paso demuestra, en una aportación impagable a la pedagogía universal, que todas las escuelas del mundo deberían cerrar, o al menos, prescindir de la enseñanza en la lengua de sus ciudadanos. Según parece, el bilingüismo, la docencia de unas asignaturas en una lengua y otras en otra, con todos los alumnos juntos en todas partes, rompe la cohesión y los invita al fratricidio.…  Seguir leyendo »

La izquierda está contra las cuerdas y la derecha crecida. A primera vista no se entiende. Era George Busch quien gobernaba en Estados Unidos aquel 15 de septiembre de 2008, cuando Lehman Brothers anunció su quiebra y comenzó el lío. Y no pasaba por allí, que llevaba ocho años en el poder. Lo que se nos vino encima, que no era pequeño, no dejaba en buen lugar a los conservadores. Para que se hagan una idea, con un comparación que a estas alturas ya se queda pequeña, el precio de los rescates en EE UU supera a la suma de lo que costaron la compra de Luisana, el Plan Marshall, la crisis de las cajas de ahorro de los 80, las guerras de Corea y Vietnam, la invasión de Irak, el New Deal y el presupuesto entero de la NASA incluidos los viajes a la Luna.…  Seguir leyendo »

Según cuentan, el nacionalismo catalán ha desplazado el centro de gravitación de su discurso. La economía sustituiría a la identidad. En realidad, sería más justo decir que a la identidad se añade la economía. Porque la batalla identitaria no admite holganza. Basta con acordarse de la última campaña electoral autonómica, cuando, en mitad de un debate, Mas, entonces un candidato entre otros, con ese sentido patrimonial del país tan característico de la burguesía nacionalista, le dijo a otro candidato que intervenía en la lengua mayoritaria y común de los catalanes: «Fíjese si somos tolerantes que usted habla en castellano en la televisión nacional de Cataluña y no pasa nada».…  Seguir leyendo »

Ha habido reacciones para todos los gustos ante las movilizaciones del 15-M. Pero en casi todas ellas, incluso entre los simpatizantes, era común una parecida actitud: la suficiencia. Comentaristas resabiados no han dudado en echarse unas condescendientes risas a cuenta de la ingenuidad o la ignorancia de los que en las plazas españolas se reunían a discutir sobre cuestiones políticas. Lo mismo que en la radio hacen muchos de ellos cada mañana. A no pocos les llevo yo inventariada una lista de predicciones erradas, no ya de resultados electorales, sino de premios Nobel de Biología, final del terrorismo o fechas de salida de la crisis.…  Seguir leyendo »