No fue por las espadas ahogadas en sangre
De la revista Hora de España dijo el escritor norteamericano Waldo Frank en 1939 que era el mayor esfuerzo literario salido de cualquier contienda y, al mismo tiempo, la manifestación de una cultura que no debía morir. En plena Guerra Civil, quienes habían de perderla sacaron fuerza para reivindicar, en una espléndida publicación, su compromiso con una lengua, con una tradición cultural y con la peripecia histórica de un país abierto entonces en carne viva pero orgulloso de su pasado. Nación rota, pronunciada con la avidez de quienes sabían que podían morir sin volver a verla. El penúltimo número de Hora de España se publicó en octubre de 1938, cuando los severos reveses en el frente de batalla presagiaban el descalabro definitivo del régimen republicano.… Seguir leyendo »