Con los días contados
Uno de los graves problemas de América Latina es su debilidad institucional. Salvo pocas excepciones —Uruguay, Chile y Costa Rica—, el gobierno de las leyes es eclipsado por el de los hombres. La voluntad personal o el interés son prioritarios, debilitando la credibilidad social en la justicia y en la democracia. Los populismos son, en gran parte, la consecuencia de esa debilidad, y la arbitrariedad en el manejo del Estado un factor que desilusiona primero e indigna después. No es extraño que la justicia se transforme en un instrumento de la política, desequilibrando la balanza a favor de algunos, o mirando a través de venda, haciendo trampa.… Seguir leyendo »