Rajoy y Zapatero, en la Isla del Placer
Todos recordamos la escena donde Pinocho y sus amigos creyeron las falsas promesas del malvado personaje que los sedujo mediante gratuitas golosinas. Embelesados, viajaron hasta la Isla del Placer, que resultó ser un señuelo. Tras horas de diversión, los niños se convirtieron en burros.
Valga la analogía para ilustrar la ronda de promesas de las últimas semanas, las típicas de cuando se aproximan elecciones. Los líderes intentan seducirnos con ofertas parecidas a los dulces de la Isla del Placer. Ningún partido se salva de lanzar propuestas de dudoso cumplimiento.
Zapatero, por ejemplo, prometió equiparar los salarios de hombres y mujeres que ocupan un mismo puesto.… Seguir leyendo »