Fernando Vallespín

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Vulnerabilidad mutuamente asegurada

Durante la Guerra Fría se generalizó el acrónimo MAD, equivalente en inglés de “destrucción mutuamente asegurada” y, feliz coincidencia, también del vocablo “loco” en la misma lengua. No hacía falta ningún refuerzo semántico, la demencia del recurso a las armas nucleares era una pesadilla perfectamente imaginable. Y la amenaza funcionó. Fue eficaz porque si hay algo en lo que los seres humanos pueden ponerse de acuerdo no es en qué sea el bien, sino en evitar los males mayores. Siempre y cuando —y esta es la condición esencial— sea, en efecto, mutuamente asegurada; si, como en el estado de naturaleza de Hobbes, todos somos igual de vulnerables.…  Seguir leyendo »

España se encuentra ante una grave situación política que las elecciones del 10-N no han hecho sino confirmar. A diferencia de otras ocasiones, esta vez no está directamente relacionada con una crisis económica subyacente, y tiene al menos dos dimensiones que se retroalimentan.

De una parte, una profunda crisis de legitimidad de la política y los políticos, que se arrastra desde la Gran Recesión, aunque ya estaba latente con anterioridad. Los políticos, a quienes compete resolver los problemas de la sociedad, han devenido en uno de sus principales problemas, como demuestran los sondeos reiteradamente. Por fortuna, tal crisis de legitimidad no alcanza a la democracia misma, pero se corre el serio riesgo de que empiece a hacerlo, y sin duda ya ha deteriorado el talante democrático en amplias minorías catalanas o de otras comunidades que priorizan sus legitimidades, supuestas o reales, sobre la legalidad y la democracia.…  Seguir leyendo »

Este mes de octubre se cumplirá un siglo de la aparición del primer volumen de La decadencia de Occidente de Oswald Spengler. A mi juicio, hay pocas cosas recuperables de este fárrago de filosofía de la historia. Con una salvedad, su insistencia en el desconcierto de las élites ante la sociedad de masas, el tema orteguiano. En eso, y en su diagnóstico de que estaríamos ante una cesura que anticipa un cambio de ciclo en la titularidad de la hegemonía mundial, el libro sigue teniendo su actualidad. ¿Acaso no estamos hoy ante esa misma percepción? Pero no se lo recomiendo para leer en verano, no pasarían de las veinte primeras páginas.…  Seguir leyendo »

Nos encontramos en medio de una legislatura perdida, fútil e insufrible. Mientras al país se le acumulan las dificultades, la política, lo que debería ser su solución, se ha convertido en el verdadero problema. Nuestra mayor preocupación, Cataluña, ha sido endosada a los jueces o, desde la otra parte, vive en el pintoresco limbo de Maastricht sin osar poner el pie en la realidad. Grupos de ciudadanos de distinta sensibilidad y condición reclaman en la calle lo que al parecer es incapaz de procesar el sistema de partidos. (¡Y esta exhibición de masas no ha hecho más que comenzar!). Tenemos un Parlamento cada vez más decorativo a la par que ruidoso, cuyo único fin consiste en escenificar desacuerdos, representar agravios y alimentar el espectáculo.…  Seguir leyendo »

Lo sabemos bien, la primera víctima de cualquier guerra es la verdad. Y lo es porque en ella, como bien nos anticipara Tucídides, se impulsa a modificar, “en relación con los hechos”, el significado habitual de las palabras “con tal de dar una justificación”. Así, por seguir con el griego en su relato de la Guerra del Peloponeso, la “audacia irreflexiva pasaba por ser valiente lealtad; una prudente cautela, cobardía enmascarada; la moderación, disfraz de cobardía”; etcétera.

Hoy a eso le damos el nombre de “enmarques” (frames) y lo hemos trasladado desde la excepcionalidad bélica a la política cotidiana. Cada parte contendiente en la lucha política porfía por ajustar la representación de la realidad a aquello que más le conviene para avanzar su posición respectiva.…  Seguir leyendo »

“Hay mucha rabia (anger), creedme, hay mucha rabia”. Este ha sido uno de los gritos de guerra de la campaña de Donald Trump. Rabia, indignación, distancia hacia el establishment de Washington, y miedo, mucho miedo al descenso social de las clases medias. El campo estaba sembrado para que un líder populista pudiera recoger la cosecha. ¿Por qué nos hemos sorprendido tanto? A posteriori siempre se acierta, en particular en las ciencias sociales. Aquí no está, pues, la sorpresa. Para mí reside en la forma en la que los mercados han acogido la victoria de Trump.

Casi parece como si ese denostado sistema al que tanto ha venido fustigando el candidato vencedor lo recibiera ahora con suma indiferencia, incluso con cierta satisfacción contenida.…  Seguir leyendo »

Ante las elecciones del 26-J

Tras la indignación, la resignada naturalidad: así parece que se ha asumido el fracaso en la formación de Gobierno después del 20-D. Quizá porque casi ninguno de los protagonistas apostó en su momento por ponerse a la tarea en serio: con perspectiva, la sensación es que, en efecto, durante los pasados cuatro meses casi todos los movimientos de los actores políticos iban dirigidos más a hacer campaña para lo que se ha calificado como una "segunda vuelta" que a cumplir con lo que era su obligación. Esto ha quedado corroborado por la fluidez con la que hemos pasado, sin apenas notarlo, de un periodo formal a otro, como si fuera parte de un continuum que nace de las elecciones europeas de finales de mayo de 2014, hasta la convocatoria formal del 26 de junio.…  Seguir leyendo »

El 20-D, tras largos años de crisis, los ciudadanos acudimos a las urnas con la esperanza de regenerar un sistema político enmohecido; con la expectativa de abrir cauces a otras fuerzas políticas para abordar los grandes problemas que en la fase anterior habían venido afectando —y fracturando— a la sociedad y al Estado. Problemas bien conocidos: Cataluña, la recuperación de la confianza en las instituciones y los actores políticos, dar continuidad a la recuperación económica y resarcir en lo posible las consecuencias de la brecha social provocada por la recesión y el desempleo.

Como era de esperar, el resultado se correspondió con el nuevo pluralismo de la sociedad española y con sus ansias de cambio.…  Seguir leyendo »

Hace cuatro años España se hallaba en una encrucijada de la que no parecía encontrar salida. La crisis económica había devenido en crisis social y política, y el país se precipitaba hacia un escenario que sería definido por muchos como de “tormenta perfecta”. Cuatro años después, ese diagnóstico fatalista queda muy atrás, cada vez más distanciado —con la gravísima excepción del secesionismo catalán— por una realidad que en muchos aspectos ha conocido un intenso proceso de cambio.

En el ámbito económico, una recuperación que ha cobrado fuerza trimestre a trimestre —irán 10 con el cuarto de 2015— aleja los dos severos episodios recesivos sufridos entre 2009 y 2013, ganando al tiempo márgenes muy considerables de competitividad internacional.…  Seguir leyendo »

Fronteras

¿Qué es más políticamente incorrecto, el sexismo o la xenofobia? Se supone que ambos. Sin embargo, como acabamos de ver, el populista Donald Trump sólo ha comenzado a tener problemas en su candidatura a la presidencia de Estados Unidos cuando hizo comentarios misóginos. Mientras se limitaba a sacudir a los inmigrantes mexicanos, su popularidad no dejó de subir. ¿Por qué ahora sí y antes no? Mi tesis es que en Occidente el principio moral que nos obliga a tratar a todas las personas, con independencia de su origen, raza o condición, como iguales a todos los efectos, ha dejado de ser un tabú.…  Seguir leyendo »

Por una cultura de pacto

Si hay algo que caracteriza la evolución del clima político en la España de los últimos meses es su inusitado dinamismo. Las encuestas se suceden mostrando el asentamiento de lo que a todas luces parece ya un tetrapartito.Cuatro partidos oscilan en su intento por ocupar las líneas de cabeza, el Partido Popular, el PSOE, Podemos y Ciudadanos. El orden que muestran en las preferencias de los votantes depende de la encuesta y del momento en el que se sondea la intención de voto, pero no cabe duda de que cualquiera de ellos acabará recibiendo un número de votos importante. Con ello está a punto de confirmarse la previsión de que el bipartidismo imperfecto, que hasta ahora venía caracterizando al modelo de partidos más cristalizado de la democracia, tiene ante sí una prueba decisiva.…  Seguir leyendo »

A comienzos de los años setenta, uno de los temas centrales de las ciencias sociales fue el de la igualdad. Todo el mundo empezó a discutirlo con fruición a partir de una obra central de la filosofía moral y política del siglo pasado, la Teoría de la justicia (1971) de John Rawls. La aparición de Thatcher y Reagan y la consiguiente hegemonía neoliberal contribuyeron a agudizar el debate, aunque poco a poco, como resultado de toda una serie de críticas comunitaristas a Rawls, se produjo un giro en la reflexión. El problema dejó de ser la igualdad, y casi toda la energía académica pasó a concentrarse sobre la diferencia.…  Seguir leyendo »

Pactos por un nuevo futuro

La sucesión en la Jefatura del Estado, tras la abdicación del rey Juan Carlos, marca en España un punto de inflexión, un antes y un después, no sólo en la Corona. Hacia atrás, es el periodo de la instauración y desarrollo de la democracia nacida en 1978, de la que el rey don Juan Carlos fue uno de sus más relevantes protagonistas; por delante, un periodo nuevo envuelto en las incertidumbres de todo futuro. El tránsito, que en sí mismo no es más que un acto sucesorio previsto por la Constitución, cobra una importancia especial por el momento y las circunstancias en las que se ha producido.…  Seguir leyendo »

Desde la plaza Roja de Moscú, al otro lado del río que atraviesa la ciudad, se podía ver hace años una pequeña central eléctrica de la época de la revolución bolchevique. Sobre ella figuraba un gran letrero que transmitía un mensaje inquietante: “Socialismo es el poder de los sóviets y la electrificación”. La frase era de Lenin y aludía al inextricable vínculo existente entre aquella forma de socialismo y su dependencia del tipo de energía imprescindible para emprender la industrialización. Al final, como todos sabemos, el instrumento que se predicaba para hacer posible el paraíso en la tierra acabó por engullir la promesa de la emancipación marxista.…  Seguir leyendo »

Hace 500 años, en el otoño-invierno de 1513, un apesadumbrado Maquiavelo, exiliado en su finca de Sant’Andrea tras la caída de la república florentina, consiguió escribir lo que acabaría siendo uno de los más grandes libros de la historia de la teoría política, El príncipe. Era un pequeño tratado de no más de 30.000 palabras en el que se hablaba de los diferentes tipos de principados y de los atributos que deben acompañar a los hombres de Estado. A los ojos de hoy, tanto el estilo como la continua sucesión de ejemplos históricos no ofrecen una lectura fácil. Esto contrasta, sin embargo, con la vigencia que desde entonces siguen teniendo sus principales mensajes.…  Seguir leyendo »

En una entrevista conjunta que François Hollande y Sigmar Gabriel dieron al FAZ y a Libération el pasado 16 de marzo, encontramos algunas perlas que nos ponen sobre la pista del nuevo discurso socialdemócrata. Lo más reseñable puede que sea esta manifestación programática que refiere el político alemán: “Mientras que la Sra. Merkel dice que está a favor de una democracia acomodada al mercado, nosotros creemos que lo adecuado es justo lo contrario: debemos crear mercados que sean conformes a los dictados de la democracia”. O, lo que es lo mismo, no es la política la que debe adaptarse a la economía, sino ésta a aquélla.…  Seguir leyendo »

Toda crisis, y ésta parece ser de las más profundas, introduce una importante cesura en el tiempo histórico. Nunca es un corte drástico, desde luego, siempre hay elementos de lo viejo que siguen perviviendo en lo nuevo. Pero sí sirven al menos para hablar de un antes y un después. Y creo que esto es lo que va a ocurrir con esta nueva crisis. La gran cuestión es si somos capaces de anticipar los rasgos básicos de la sociedad que viene, si podemos saber en qué se diferenciará de lo ya conocido. Tengo para mí que la sociedad del futuro inmediato abandonará algunos de los rasgos más conspicuos de eso que hemos venido calificando como posmodernidad para volver a muchos de los de la anterior fase moderna sin que ello signifique un pleno retorno a ella.…  Seguir leyendo »

A lo largo de los años noventa y buena parte de este siglo, un importante sector de la intelectualidad occidental consiguió asentar entre nosotros un discurso tremendamente optimista respecto a la globalización y el nuevo orden mundial. Estamos en puertas de una "Segunda Modernidad" (U. Beck), decían, de una "nueva Ilustración" que conducirá a nuevas formas políticas marcadas por una recomposición de lo político hacia mecanismos eficaces de gobernanza global. El final de la modernidad no sería así el "fin de la historia", sino un momento nuevo, una verdadera bisagra temporal que anunciaría la aparición de una nueva época. Si la Primera Modernidad culminó en el Estado Nacional, la Segunda lo haría en la sociedad mundial, la ciudadanía planetaria y la democracia cosmopolita.…  Seguir leyendo »