Francisco Bustelo

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¿Está justificada la mala opinión que tienen los españoles de sus políticos? La crisis económica explica, claro es, el disgusto de muchos, que piensan que algo se habrá hecho mal para que estemos donde estamos.

A mi juicio, sin embargo, hay causas más profundas. España, en una perspectiva amplia, tiene poca solera democrática, pues los treinta y pico años transcurridos desde el final de la dictadura, un largo tramo en la vida de una persona, son, sin embargo, un simple parpadeo en la historia secular de un país. Ello hace que los políticos no hayan tenido mucho tiempo para aprender su difícil oficio, en el que tanto cuenta la experiencia.…  Seguir leyendo »

La crisis ha demostrado que el egoísmo humano en que se basa la economía de mercado, y que bien encauzado resulta eficaz, puede desbocarse y convertirse en una codicia desmesurada de quienes manejan los hilos de las finanzas, con lo que estas se deterioran y con ellas el conjunto de la economía. El menoscabo consiguiente del bienestar de la mayoría, muy apreciable en países como España, puede durar años y hasta lustros, por las muchas dificultades que obstan la recuperación.

¿Cómo es posible, cabe preguntarse, que países avanzados en tantos aspectos no previeran la crisis y tarden tanto en superarla? Tal cosa se explica en políticos de la derecha para quienes el libre mercado es la panacea de todos los males y no ven las fallas del sistema hasta que se producen.…  Seguir leyendo »

Esta maldita crisis deja todo patas arriba. No solo menoscaba el bienestar de millones de personas. Además, pone en solfa nuestros saberes. Los economistas, por ejemplo, han visto tambalearse los cimientos de su profesión. No supieron prever la Gran Recesión ni saben cómo atajarla, lo que no les impide seguir dando consejos. ¿Cuáles fueron los que le dieron al anterior presidente del Gobierno desde su Oficina Económica? A juzgar por los resultados no debieron de ser muy buenos, aunque fueran voluntariosos, por lo que el presidente, agradecido, recompensó a su principal consejero en la materia con un ministerio y a su antecesor en el cargo con una sinecura en el sector privado.…  Seguir leyendo »

Que los candidatos a la presidencia del Gobierno no se aclaren demasiado sobre qué harán para arreglar la maltrecha economía si ganan las elecciones no es del todo culpa suya. Y es que la crisis económica es también una crisis de conocimientos. Resulta ser una penosa paradoja, pero lo cierto es que en una época de avances científicos en casi todos los campos hay una excepción: la ciencia económica se encuentra atrasada, como se hace patente cada día con motivo de lo que todo el mundo llama ya la Gran Recesión.

Las recetas de los economistas para sacarnos del atolladero suelen ser contradictorias, sin que los gobernantes sepan a qué carta quedarse.…  Seguir leyendo »

A vista de pájaro fue el título de una serie de Televisión Española de hace años que mostraba, tomados desde un helicóptero, paisajes de nuestro país en su rica variedad. Ahora, en vísperas de unas elecciones generales, es buena ocasión para subirse al helicóptero del historiador y, también a vista de pájaro, contemplar desde lo alto nuestro abigarrado paisaje político, social y económico. Para ello será menester olvidarse de los azacaneos de la vida cotidiana y de la multitud de opiniones sobre la cosa pública, con diagnósticos inapelables de lo que nos pasa, recetas infalibles para remediar nuestros males y descalificaciones de todo el que piensa distinto.…  Seguir leyendo »

Hace más de dos siglos Adam Smith sostuvo que el egoísmo humano, bien encauzado, conduce a la prosperidad general. Aunque a trompicones y de modo harto desigual, la historia parece haberle dado la razón. El bienestar material de los llamados países desarrollados se ha multiplicado desde que el pensador escocés escribió La riqueza de las naciones (entre 1850 y 2000 ese bienestar se decuplicó en Estados Unidos y se quintuplicó en España). Ahora, sin embargo, la crisis que padecemos ha supuesto un trompicón tal que ha puesto incluso en cuestión los postulados smithianos.

Como la codicia de algunos financieros fue la causa principal del quebranto iniciado hace tres años, cabe preguntarse si el egoísmo ha aumentado, o bien si no se sabe cómo encauzarlo.…  Seguir leyendo »

Con sus muchos aspectos positivos, el progreso suele tener, como contrapartida, algunos aspectos negativos. Véase un notable ejemplo del final de la prehistoria. Si nos remontamos en el pasado, hace unos 10.000 años los seres humanos empezaron a registrar cambios fundamentales en su forma de vivir, con unos avances que en unos milenios acabaron extendiéndose por todo el orbe. Fue la llamada revolución neolítica, uno de los grandes hitos de la historia de la humanidad, cuyo nombre, que hace referencia a una nueva Edad de Piedra, no es nada apropiado. Lo que en realidad supuso el neolítico fue la aparición, con la agricultura y la ganadería, de lo que cabe denominar el excedente económico, es decir, la posibilidad de disponer por primera vez de un sobrante de alimentos y otros bienes, que cabía acopiar para el mañana.…  Seguir leyendo »

Dicen, cuentan, que la izquierda europea está de capa caída, ya que ante la crisis no ha sido capaz de aportar soluciones propias, cuando tenía una ocasión pintiparada para hacer valer sus ideas y enderezar los entuertos del capitalismo. Y citan el caso de España. Los socialistas en el Gobierno se quedaron primero paralizados, sin tomar medidas cuando empezó el retroceso de la economía, y, luego, cuando las toman, recurren a recortar el Estado de bienestar, lo que parece un despropósito para quienes ese bienestar es una de sus principales metas.

Ocurre, sin embargo, que todo o casi todo en la historia tiene su lógica.…  Seguir leyendo »

La agitación política tan grande que padece España se ha recrudecido últimamente por causa de las medidas contra el déficit público que ha tomado el Gobierno y por la suspensión del juez Garzón, pero en realidad ya existía antes, desde hace años, cuando menos desde 2004. Y es que en España sucede algo insólito, que no se da en otros países avanzados, a saber, el fiero y poco civilizado enfrentamiento entre el partido que gobierna y el principal partido de la oposición.

Tal cosa, digo, es insólita, puesto que uno es de centro-izquierda y el otro de centro-derecha, con lo que, pese a las apariencias, la distancia ideológica que los separa en cuestiones de fondo es pequeña.…  Seguir leyendo »

La racionalidad del ser humano explica su historicidad, es decir, su capacidad para hacer historia. ¿Y qué otro sentido tendría ese hacer que no fuera progresar, esa cualidad progrediente, para usar un término orteguiano, que tiene nuestra singular especie? Incluso en las interpretaciones sobrenaturales late la idea de que hay que progresar hacia el bien en este valle de lágrimas para tener plaza en el Paraíso.

La humanidad avanza porque ése es su destino, pero lo hace despacio, a distinto ritmo según las épocas, con zigzags casi siempre, a veces con retrocesos. Tal cosa explica que haya quienes, ateniéndose al corto plazo, nieguen el progreso e incluso auguren ominosas regresiones.…  Seguir leyendo »

Pese a que pierda terreno conforme avanza el conocimiento, el hecho religioso parece consustancial al ser humano. Su razón de ser principal es aliviar la desazón que suscita a menudo el vivir y sobre todo el morir. Religión ha existido siempre y probablemente apareció con la hominización misma, cuando su incipiente racionalidad hizo que nuestros remotos antepasados buscaran una balbuceante explicación, que sólo podía ser sobrenatural, a una naturaleza misteriosa, tan pronto hostil como propicia, de la que dependía el vivir de cada día y la propia supervivencia de la especie. Las divinidades, tanto masculinas como femeninas, a las que había que predisponer favorablemente para atenuar el desvalimiento humano debieron de ser muchas y muy diversas, con referencia casi siempre a lo más presente: el sol, la luna, la tierra, la lluvia, el rayo, los animales.…  Seguir leyendo »

Si no tiene sustituto, ¿qué cabe hacer con el capitalismo cuando, tal como sucede en estos últimos tiempos, se descalabra? ¿Cómo se escamonda, es decir, cómo se purga, limpia y recompone? Las recetas varían con las ideas políticas. La derecha ha sido siempre procapitalista y partidaria de la autorregulación del mercado, aunque ahora, ante la cuantía de los estragos, reconoce a regañadientes que algo hay que hacer, siempre, vade retro, que no sea socializar, con la excepción en todo caso de las pérdidas empresariales.

La izquierda, como hasta hace relativamente poco fue anticapitalista, tendría más razones para criticar al sistema e intentar corregirlo.…  Seguir leyendo »

Hay dos explicaciones de la crisis. Una, que el capitalismo es malo per se, ya que permite que se desate la codicia de quienes tienen la sartén por el mango. Cuanto antes desaparezca, por tanto, mejor. Otra, que siendo bueno o al menos aceptable, se estropea de cuando en cuando, pero tiene arreglo. La segunda explicación es la más deseable, pues con ella las crisis tendrían remedio. Lo que no tendría remedio sería un derrumbe de nuestra organización socioeconómica sin nada que la sustituyera. El capitalismo o economía de mercado puede prevalerse de que, desaparecido el comunismo al comprobarse su inviabilidad, es el único sistema que existe hoy por hoy y no tiene sustituto.…  Seguir leyendo »

ETA es una lacra, una pesadilla que vuelve una y otra vez, una tragedia interminable con su cortejo de destrucción, dolor y muerte, y, si se deja aparte el llamado terrorismo internacional, un caso único entre los países avanzados, resuelto ya el conflicto de Irlanda del Norte, una historia macabra que empaña el por lo demás encomiable palmarés de los 30 años de nuestra democracia.

¿Qué podría hacerse, más de lo que se hace, para terminar con tamaño desatino? A cada atentado se nos repite que el final de la banda terrorista está próximo, pero pasa un año y otro y, a pesar de detenciones y encarcelamientos, las pistolas y los explosivos no callan.…  Seguir leyendo »

En estas páginas, con motivo de unos Juegos anteriores, se publicó un artículo de Rafael Sánchez Ferlosio del que recuerdo su final poco encomiástico: "¡Y una mierda para las olimpiadas!". Éstas, desde luego, aunque nos hayan entretenido este verano, se prestan a la crítica. Fomentan el chovinismo, pues lo importante no es participar sino ganar, pese a que el llamado espíritu olímpico presuma de lo contrario. Subir al podio, además, requiere gastar millones en la preparación de los atletas, por lo que suele haber correlación entre número de medallas y poder económico. España en esto no hace muy buen papel, ya que en el medallero no ocupamos el lugar que nos correspondería por el peso de nuestro producto nacional.…  Seguir leyendo »

Ni el debate parlamentario sobre la crisis económica ni el congreso del PSOE han aportado grandes novedades. Los dos principales partidos siguen igual. El Popular vuelve a descalificar al Gobierno y a llamar a Zapatero mentiroso. Tanto revuelo después de las elecciones del 9-M, tanta renovación del equipo, tanto anunciar una evolución hacia el centro para luego hacer más de lo mismo. Según el líder de la oposición, el presidente del Gobierno sabía desde hacía tiempo que venía la crisis y el muy ladino se guardó de decirlo y, lo que es peor, no adoptó las oportunas medidas. Es decir, ha engañado, igual que en la legislatura anterior, cuando decía que iba a acabar con ETA y en realidad la aupaba, siempre a la búsqueda torticera de votos.…  Seguir leyendo »

La humanidad constituye una especie harto singular. Su racionalidad es bastante imperfecta, pero permite progresar. Ocurre, sin embargo, que esa imperfección de la razón hace que el progreso sea lento, resulte injusto para muchos y avance a trompicones. Ahora lo estamos viendo con una desaceleración económica que puede convertirse en una crisis honda y duradera.

¿Qué ha sucedido? De repente y casi sin previo aviso se han suscitado dos serios problemas. El primero se debe a la llamada financiarización. En todas partes existe una producción y consumo de bienes, es decir, una economía real. Junto a ella hay otra economía, la financiera, muy pujante en los países avanzados.…  Seguir leyendo »

Si fuese verdad que en las elecciones del 9 de marzo hubo un desplazamiento de votos desde la extrema izquierda hacia el PSOE y desde el centro hacia el PP, tal como afirman algunos, la derecha tendría un futuro difícil, ya que la izquierda y la extrema izquierda, sumadas, tendrían un millón más de votos que, juntos, el centro, la derecha y la extrema derecha.

Seríamos así un país políticamente muy radical, lo que resultaría sorprendente y algo, además, que no se ve acreditado por ningún otro indicador. Más probable es que el centro haya votado en mayor medida a los socialistas que a los populares.…  Seguir leyendo »

En un país avanzado, pese al alboroto de los políticos durante la campaña previa, en unas elecciones generales no hay mucho en juego. Habida cuenta de su estabilidad política, social y económica, ¿qué es lo que se puede modificar? Bien mirado, poca cosa, sobre todo si se compara con los lógicos afanes de cambio que suele haber, por causa de la pobreza, en los países en vías de desarrollo.

Con su renta per cápita anual del orden de los 22.000 euros, España es, o debería ser, un país avanzado. Sin embargo, no se sabe si por el peso del pasado o por falta de solera democrática, presenta rasgos singulares que hacen que en las próximas elecciones estén sobre el tapete asuntos importantes.…  Seguir leyendo »

Entre los avances de la Edad Contemporánea figuran dos fundamentales, referidos ambos a la convivencia de los ciudadanos. El primero es una aceptación muy mayoritaria de los principios por los que se rige la sociedad. El segundo, casi un corolario del primero, es que las divergencias secundarias que subsistan se dirimen de modo civilizado, con tolerancia, buenas maneras y respeto a los demás. En la España actual ocurre algo singular: se cumple el primer punto y se incumple, en cambio, el segundo. ¿Por qué?

Una explicación, casi genética y muy absurda, es que a los españoles nos cuesta convivir y cuando no tenemos razones para discutir nos las inventamos.…  Seguir leyendo »