Francisco Rosell (Continuación)

El retablo del golpismo

Durante años, Cataluña ha escenificado su particular versión de un popular entremés cervantino: El Retablo de las Maravillas, donde Chanfalla, Chirinos y Rabelín hacen como que interpretan lo nunca visto bajo admonición de que quien no sea cristiano viejo e hijo legítimo no atisbará tamaño portento. Como todos presumen de serlo, asienten con lo que los sablistas tienen por pertinente en el teatrillo del sabio Tontonelo. Es tal alucinación que un labriego baila con una inexistente doncella y acredita que los irrefutables títeres son más bien los infelices aldeanos a quienes movían los hilos aquella trinca de rufianes.

Todo marcha sobre ruedas hasta arribar al pueblo un furriel para apalabrar el alojo de la soldadesca y hace notar que el retablo, lejos de albergar prodigio alguno, está vacío.…  Seguir leyendo »

En la frontera misma de lo irreversible

En alguna ocasión, Tony Blair, forzado a suspender la autonomía de Irlanda del Norte cuatro años, ha referido que, como primer ministro, aprendió que lo laborioso no era tomar una decisión, sino acertar con el momento. No parece ésa la circunstancia de Rajoy. Pese a que su carácter le lleva a dejar que el tiempo haga el trabajo que le corresponde a él, al aguardo de que sus rivales cometan un error, el golpe de Estado a cámara lenta del independentismo catalán amenazaba con arrollarlo y llevárselo por delante junto a la nación entera. Ante la ofensa constante al Estado, Rajoy se encontraba en posición desairada de ser, a ojos vista, un presidente dimitido de sus deberes.…  Seguir leyendo »

Pareja de ocasión para después de un golpe

En sus crónicas De París a Monastir en torno a la I Guerra Mundial, Agustí CalvetGaziel, director de La Vanguardia durante el Estat Català de Companys, refiere una anécdota inverosímil, pero que reflejaba bien la opinión dominante en las cancillerías sobre los gobernantes balcánicos. Así, al concluir una sesión del Tratado de Londres que finiquitaría en 1913 el conflicto interbalcánico, Asquith, jefe del Gobierno británico, notó con estupor que le había desaparecido su cronómetro de oro. "¿Entre qué gente estamos?", se indignó. Tras el revuelo, Venizelos, primer ministro griego, se le arrimó y le susurró: "Apostaría los restos del Partenón a que fue el delegado búlgaro.…  Seguir leyendo »

La ola que devora Cataluña

En la deriva suicida a la que arrastra el independentismo a Cataluña, cada vez son más apreciables las similitudes con la película La Ola. En esta desasosegante cinta, un carismático profesor desarrolla con sus alumnos un programa sobre los postulados en que se funda una tiranía. Se vale de unas sugestivas clases en las que subraya sus elementos más atractivos -camaradería, ideales, uniformes, parafernalia exterior...- hasta que el plan se desborda y precipita la catástrofe. El alumnado adopta el supremacismo totalitario que aplasta irremisiblemente a quien se interponga en el camino de La Ola (alias de la pandilla). Al fin y al cabo, como explicó Ortega en su obra de referencia y se ha visto estos días en las algaradas catalanas, la masa no desea la convivencia con lo que no es ella.…  Seguir leyendo »

En este domingo roto del 1 de octubre, aniversario de una derrota colectiva que se ensalzó como día de la victoria y de una presumida victoria que se consumará en inevitable derrota, independientemente de lo que acaezca, España asiste dolorida a otromomentum catastrophicum. Éste es justamente el expresivo título de la novela que Baroja publicó hace casi 100 años y con los mismos protagonistas antaño que ahora. Todos ellos mancomunados en su afán por destruir España. "Gentes mezquinas que necesitan que España se disgregue" y que, en su afán por desbaratarla, no dudan en "excitar el odio interregional y fomentar el cabilismo español".…  Seguir leyendo »

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Al poco de llegar de rebote y por la puerta falsa a la Presidencia de la Generalitat, cuando en enero de 2016 los antisistema de la CUP defenestraron a Artur Mas y auparon a sitial tan preferente a quien era número tres de la lista de Gerona de Junts pel Sí, Carles Puigdemont se reunió con un destacado adversario político al que sorprendió en el que era su primer contacto. Buscando su complicidad, quiso hacerle una confidencia. Tomó una carpeta y sacó un amarillento recorte de un extinto diario ultraderechista, El Alcázar, órgano de los excombatientes de la Guerra Civil y favorable al golpe de Estado de Tejero.…  Seguir leyendo »

Pasear a lomos de tigre

En uno de sus relatos, Rudyard Kipling cuenta el episodio de una sonriente dama de Riga que salió a darse una vuelta a lomos de un tigre y concluyó su paseo con la señora en el vientre de la carialegre fiera. Curiosamente, parecida felicidad irradiaban quienes, en esta Diada, se hacían selfies al lado de Otegi -un tigre al que gusta ahora retratarse acariciando mininos como «hombre de paz»- y en la ciudad de la masacre de Hipercor. En su ingenuidad suicida, la amazona de Kipling personifica el error cíclico de muchos gobernantes que piensan ilusoriamente que se puede resolver el «problema insoluble» del nacionalismo haciendo concesiones.…  Seguir leyendo »

El ciempiés andante y el sapo burlón

Ha hecho fábula el desconcierto que le produjo a un envanecido ciempiés no saber qué manifestar cuando un burlón sapo le alabó su destreza para mover tantas patas interesándose por cómo lo hacía. A bote pronto, el miriópodo juzgó la pregunta ridícula, pero raudo se sumergió en un mar de titubeos. Era perceptible su desazón al ver como no atinaba con la respuesta entrando en pánico al percatarse de que incluso se le había olvidado caminar. Inmovilizado en el lugar del fatal encuentro, ésa sería su tumba.

El dilema del ciempiés, o la dificultad de hacer de modo consciente aquello que se obra automáticamente, se visualiza estos días cuando el Gobierno de la nación procura activar todos los resortes del Estado para afrontar la intentona golpista del independentismo catalán para romper España.…  Seguir leyendo »

La nave de los locos

Aún con los días corridos desde la tremolina independentista con ocasión de la marcha por los atentados de Barcelona y Cambrils, danzando sobre los cadáveres calientes de la matanza yihadista y montándole un escrache al Rey y a Rajoy, a los que endosarle una masacre con autores indubitados, si bien indultados paladinamente con pancartas impregnadas con consignas orwellianas para que las mentiras parecieran verdaderas y el crimen respetable, es difícil desprenderse de esa sensación de suciedad, de náusea. Daba miedo la manifestación contra el miedo al apagarse la luz de agosto y ensombrecerse la tarde barcelonesa entre tinieblas elegíacas. "Que la cosa anda mal, muy mal", que diría Sartre, era apreciable.…  Seguir leyendo »

Cuando el 27 de diciembre de 2010, dentro de las investigaciones periodísticas sobre el escándalo Mercasevilla, EL MUNDO descubrió que el Gobierno andaluz había estado pagando prejubilaciones de manera ilegal durante una década, acababa de destapar el mayor caso de corrupción de la Historia de la Administración española.

No sólo eso: también reveló un procedimiento de saqueo de las arcas públicas desde las mismas estructuras del Ejecutivo autonómico.

Hasta ese momento, no emergió la punta del iceberg de un escándalo colosal que, a la postre, provocaría el progresivo hundimiento del Titanic socialista, cuyos timoneles también recurrieron a la orquesta para disimular la dimensión de una catástrofe.…  Seguir leyendo »

Ayer, sin aún tener noticias de la elevada fianza -más de 700.000 euros- que el presidente de la Junta de Andalucía reclama a EL MUNDO para responder a su honor supuestamente dañado, paseaba con mi mujer por la Avenida de La Palmera y le comenté lo oportuna que resultaba la indicación del nombre de la calle que comienza al lado del instituto donde estudiaron mis hijos: Chaves Rey. Así, sin distinguir mayúsculas de minúsculas, con lo cual lo que, a priori, es un homenaje a Manuel Chaves Rey, antiguo cronista de Sevilla, se transformaba en una declaración de principios: la nueva realidad nacional andaluza tiene aspiraciones de régimen monárquico (en principio electiva) y, a la vista de que la majestad ofendida es, al parecer, superior a la del jefe del Estado -el batasuno Otegui llamó a Don Juan Carlos «jefe de los torturadores» y el juez le fijó una fianza de 100.000 euros, para luego ser absuelto por el Constitucional- la idea no hace sino fortalecerse.…  Seguir leyendo »

En su primer mitin andaluz, nada más ser elegido en 2000 secretario general del PSOE, Zapatero no tuvo necesidad de bajar del escenario para percatarse de que su discurso había dejado fríos como témpanos a quienes participaban en Granada en la Conferencia Política del PSOE andaluz. Un silencio gélido como la cercana cumbre del Mulhacén acompañó su retahíla deshilvanada de afirmaciones y compromisos que sonaba bien, pero que ponía en cuestión los hábitos de los jabalíes que afilaban sus colmillos en primera fila, mientras intercambiaban apuestas sobre el incierto futuro de aquel jabato de aspecto débil y pausado verbo, al que las circunstancias habían sacado del anonimato de su oscura existencia parlamentaria.…  Seguir leyendo »

A finales de febrero, la Sevilla que Dostoievski escogió como espléndido marco de su célebre historia de El Gran Inquisidor sirvió de escenario al estreno del montaje teatral de Peter Brook sobre el momento culminante en que el responsable del Santo Oficio encarcela a Jesucristo cuando éste regresa a la tierra 15 siglos después. Para el cardenal sevillano, la reaparición supone una gran incomodidad que le hará pagar caro al resucitado ordenando su muerte. Hasta que le llega la hora, Jesús soporta estoicamente la pena accesoria de escuchar las increpaciones de aquel guardián de la ortodoxia en medio de «una noche española, cálida y olorosa a limoneros y laureles».…  Seguir leyendo »