Gerardo Roger Fernández

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Es conocido que la acusada precariedad salarial y la inseguridad laboral generadas por la crisis han venido a imposibilitar la compra de una vivienda por la gran mayoría de ciudadanos, lo que explica la adopción social del arrendamiento como única alternativa de acceso a la vivienda.

Sin embargo, la escasa oferta existente de viviendas en alquiler frente a su elevada demanda social, en gran parte en manos de potentes fondos de inversión y de grandes tenedores, ha generado una desaforada burbuja en el mercado del arrendamiento que vuelve a imposibilitar la satisfacción del derecho a la vivienda, lo que exige, obviamente, adoptar medidas y políticas públicas paliativas con carácter inmediato.…  Seguir leyendo »

La insufrible cascada de escándalos de corrupción que nos viene asolando desde hace unos años podría desagregarse en dos grandes tipos casuísticos: los derivados del espurio cobro de presumibles comisiones en la contratación de las obras públicas y los ocasionados por una eventual y fraudulenta aplicación de los procesos de planeamiento urbanístico. Teniendo en cuenta la mayor sofisticación de estos últimos, pasemos a analizarlos con mayor detenimiento.

Se suele aducir frecuentemente (y con razón) que la corrupción que deviene del urbanismo trae causa de la ausencia de transparencia pública en la tramitación administrativa de los instrumentos de planeamiento. En aparente contraposición, también se señala (igualmente con razón) que los planes de urbanismo se ven sometidos a largos e intensos procedimientos de información pública y participación social para que cualquier ciudadano, ejercitando la acción pública (no es preciso que esté directamente afectado), pueda presentar cuantas sugerencias, alegaciones o recursos considere oportunos, bien en defensa de sus legítimos intereses privados, bien en defensa de los intereses generales y colectivos presuntamente vulnerados.…  Seguir leyendo »

Finalmente, la burbuja inmobiliaria estalló. La tan temida y tantas veces anunciada desaceleración de la economía del ladrillo ya se está produciendo, incluso de una manera mucho más virulenta de lo que se esperaba. Pues bien, desde la presumible lucidez que ofrece encontrarse en el epicentro de la cruda realidad del problema, procede analizar sus características básicas con el fin de vislumbrar eventuales respuestas y salidas. Como primera reflexión debe señalarse que la situación actual se deriva de un anterior proceso productivo del sector inmobiliario explícitamente anormal, es decir, "fuera de norma". Si la "norma" de crecimiento urbano anual en ciudades modernas y dinámicas es de 6-8 viviendas por cada 1.000 habitantes (equivalente a la formación de hogares), crecer, como en España, por encima de las 12-15 viviendas por 1.000 habitantes (más de 700.000 viviendas por año) -y en algunos territorios superando las 20-30 viviendas por 1.000 habi-tantes-, desvela un inquietante proceso acromegálico derivado de la aparición de factores exógenos, fundamentalmente de tipo financiero.…  Seguir leyendo »

Llevamos unos meses en que el desarrollo inmobiliario se encuentra en clara desaceleración. El aumento de los tipos de interés del Banco Central Europeo, el agotamiento de la demanda de viviendas de renta libre y el efecto-contagio de la crisis hipotecaria norteamericana explican el cambio de signo en el proceso "desarrollista" que caracterizaba al sector desde finales de los noventa. Conviene recordar que tras construirse más viviendas que nunca (entre 600.000 y 800.000 viviendas por año en el periodo 1998-2005), su precio ascendió un 150%, cinco veces y media más que el IPC en esos años, y el precio del suelo en un 500%, quince veces más.…  Seguir leyendo »

Uno de los fenómenos urbanos actuales más controvertidos y rechazados socialmente junto a la corrupción y a la especulación del suelo, es el desaforado desarrollo urbanístico que viene aconteciendo en España, sobre todo en la última década. Cierto es que no ocurre con la misma intensidad ni con el mismo modelo en todas las latitudes, pero la imagen social del mismo es la de rechazo generalizado.

Que ese desarrollo se puede valorar, cuando menos como desproporcionado, lo demuestra un explícito indicador: la "velocidad" que viene caracterizando la ocupación del suelo por la urbanización ocasionaría, de mantenerse, la duplicación en el plazo de 10 años de todo el suelo urbanizado "desde los romanos hasta hoy" (datos del Observatorio Nacional de Sostenibilidad de España).…  Seguir leyendo »

Que el segundo (¿o fue el primero?) oficio más viejo del mundo no goza de su mejor momento está fuera de toda duda. Cotidianamente los medios publican nuevos escándalos derivados de prácticas administrativas impropias, cuando no teñidas de corrupción, siendo esta última la que más alarma social produce. Pero, ¿qué circunstancias se tienen que concitar para que aparezcan estas prácticas, si bien no generalizadas, de corrupción urbanística?

Los escenarios proclives a la corrupción exigen la presencia fundamental de tres factores: desde la oferta, un producto generador de enormes plusvalías; desde la demanda, un universo muy amplio de solicitantes perentoriamente necesitados del mismo y, en tercer lugar, un mercado lo más restringido y, a poder ser, lo más monopolístico y opaco posible.…  Seguir leyendo »