Debemos ayudar a los refugiados venezolanos
Una mañana reciente de agosto, en un comedor comunitario administrado por una iglesia de Cúcuta, Colombia, Carolina, una refugiada venezolana, describió su apremiante situación. Su tono de voz dejaba ver su conmoción y agotamiento.
En Venezuela, dijo: “Tenía un buen trabajo como archivista y mi esposo tenía terrenos”. “Nunca nos imaginamos que podríamos terminar así”. Sentada, con ropa desgastada y la mirada perdida en la distancia, sostenía un pan y una pequeña taza de café con leche.
Nicolás Maduro, el presidente venezolano, ha puesto a su país en una posición preocupante. Este verano, la crisis política y social alcanzó nuevas dimensiones.… Seguir leyendo »