El barro en los laureles
La gente que apenas lee suele darles una gran importancia a los premios literarios. Y los que ni siquiera leen, aún más. Eso explica la algarabía en torno a un señor, de larga trayectoria, dedicado a la canción y últimamente convertido en sionista militante, después de haber pasado por todo. Me estoy refiriendo, como es obvio, a Bob Dylan, de quien se puede decir que si las letras de sus canciones (sin música) estuvieran a la altura de su equipo de promoción mediática sería un poeta notable. Si alguien se ha tomado la molestia de leer sus versos a palo seco habrá constatado que están un poco por debajo de lo mediocre.… Seguir leyendo »