Maixabel: admirable en lo personal, peligroso ejemplo en lo político
Cuando desde la ética valoramos una acción heroica que va más allá de lo exigible, utilizamos el concepto de acto supererogatorio.
No cabe duda de que perdonar al asesino de tu marido es uno de estos actos de excelencia moral ante el que sólo cabe la admiración: un acto supererogatorio. Sin embargo, no podemos exigir que se convierta en norma, pues es una acción que supera el deber.
Y esto es importante, porque si perdonar fuera norma exigible, entonces no perdonar sería una acción condenable. Perdonar se convertiría en una obligación para toda víctima. Y no lo es. Es un acto de naturaleza superior (de ahí el término supere) a nuestro deber, a lo que se nos ruega que hagamos (rogatorio).… Seguir leyendo »