El obstinado pulso de Torra
La ocupación del espacio público en Cataluña mediante símbolos independentistas ha sido una constante durante el Gobierno de Quim Torra. Y, en la medida en que entraña un desprecio manifiesto por la democracia, es peligroso habituarse a este tipo de colonización partidista de las instituciones, especialmente grosera en los casos de instalaciones de esteladas y lazos amarillos en los edificios de la Generalitat.
Esta situación lleva arrastrándose varios meses. Uno de los primeros en pronunciarse al respecto, desde la llegada de Torra al Govern, fue el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña cuando el pasado julio condenó la instalación de una estelada en el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallés porque implicaba una "vulneración de los principios de objetividad y neutralidad institucional".… Seguir leyendo »