Ignacio Sánchez Cámara (Continuación)

No hay otra alternativa moral ni jurídica que la victoria ante el golpe de Estado perpetrado en Cataluña. No cabe otro calificativo. No es una opción política. Es un imperativo moral. Recordar la historia tiene escasa utilidad cuando ha sido durante tanto tiempo falsificada. Ya sentenció Revel que la principal fuerza que gobierna hoy el mundo es la mentira. Ahora se trata de corregir el mayor error de la Transición. Y el error es una vía regia hacia el aprendizaje. Entonces, en palabras de Julián Marías, se intentó contentar a quien sabemos que no se va a contentar. La amabilidad deviene así debilidad.…  Seguir leyendo »

Para José María, que tiene nada menos que once años

Acaso la Providencia, lo que los descreídos llaman casualidad, ha vuelto a poner en mis manos, con motivo de traslados y mudanzas, un viejo libro escolar, lejano, pero no olvidado. Se trata de una obra publicada como libro de texto para el Segundo Curso del viejo Bachillerato de la asignatura denominada Formación del Espíritu Nacional. Para muchos, una despreciable antigualla franquista. Puede ser. Sus presuntos lectores contaban unos once años. Eran, éramos, maravillosa edad, aprendices de hombre. La primera edición es de 1960. Comenzaban los sesenta, apasionantes y errados, jóvenes y ya vetustos.…  Seguir leyendo »

La liberación del hombre se ha vinculado con cierta frecuencia a la supresión de Dios. El ideal kantiano de que la Ilustración entrañaba la mayoría de edad del hombre se ha tergiversado concibiéndolo como la supresión de la tutela de Dios. Pero nadie llegó tan lejos ni tan genialmente en esta dirección como Nietzsche. Su ateísmo posee dos caras, tal vez antagónicas, tal vez complementarias. Por un lado, para él, la «muerte de Dios» provocará el mayor cataclismo de la historia. Nada será ya igual. Con la desaparición de Dios, se producirá la inversión de todos los valores y la apoteosis del nihilismo.…  Seguir leyendo »

La Universidad está mal, incluso muy mal, pero no creo que esté peor que la sociedad. Aunque es cierto, como decantó el clásico, que lo pésimo es la corrupción de lo óptimo. Su nivel, hablo principalmente de España, pero no sólo de ella, ha descendido profundamente. Es acaso la manifestación más aguda de la crisis espiritual. No se trata de la existencia de abusos, que existen. Lo peor son los usos. Aquellos no son tan graves pues se perciben como tales. Lo malo son los usos, el olvido de las prácticas y las virtudes que configuraron la más alta institución que creó Europa.…  Seguir leyendo »

En una conferencia sobre la responsabilidad del estudiante con la cultura, pronunciada en Múnich el 3 de mayo de 1954, se refería Romano Guardini al «nihilismo europeo». Eso es precisamente lo que estamos viviendo, nuestra enfermedad. Falta determinar si se trata de un trastorno transitorio o de una enfermedad letal.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea es grave, pero mucho más como síntoma que como hecho en sí. Hay que distinguir siempre entre apariencia y realidad, y entre profundidad y superficie. La política, pese a su rotunda presencia en nuestras vidas, pertenece al orden de lo aparente y superficial.…  Seguir leyendo »

La inmoralidad del secesionismo

Toda acción verdaderamente humana reviste una dimensión moral. La moralidad es una estructura fundamental de la vida humana, no un dictamen que afecte sólo a decisiones de especial relevancia. También el secesionismo en España, ahora catalán, permite y exige una valoración moral. Han sido analizados, con detenimiento, sus aspectos internacionales, políticos, económicos, jurídicos, históricos y sociales. No han faltado los contundentes argumentos en contra. El juicio moral se apoya también sobre estas dimensiones, sobre todo si se considera que en el ámbito de la política posee especial relevancia el aspecto de los efectos o consecuencias de las acciones. Esto no significa que haya que aceptar la distinción de Max Weber entre ética de la convicción y ética de la responsabilidad.…  Seguir leyendo »

El estado espiritual de nuestro tiempo, si es que puede hablarse de tal cosa, dificulta enormemente las posibilidades del silencio y la lentitud. Y, con ellas, las del pensamiento y la vida del espíritu. Wittgenstein dijo que en la carrera de la filosofía gana el que consigue correr más despacio. Nada es tan ajeno a la filosofía como la precipitación y la prisa. Por eso el filósofo vienés decía que el saludo entre filósofos debería ser ¡date tiempo!

La filosofía, es decir, la auténtica filosofía, no los prescindibles sucedáneos al uso, es esencialmente ajena al espíritu progresista dominante, no propio del Occidente sino de la suplantación vergonzante de su genuino espíritu.…  Seguir leyendo »

El olvido del alma

Una sociedad que olvida o prescinde del alma es una sociedad desalmada. El centro de la vida de una sociedad es la educación. Una sociedad vale, en gran medida, lo que vale su hombre medio, es decir, su educación.

La educación, al menos desde Platón, consiste en el cuidado del alma. Aquí reside también el ser de Europa, según, entre otros, el filósofo polaco Jan Patôcka. Todo debate sobre la educación es estéril si se omite la referencia al alma y su cuidado.

Ningún problema técnico es relevante –desde la financiación a la calidad, desde la polémica entre la escuela pública o la privada…– si se omite la referencia al alma.…  Seguir leyendo »

El dolor es una de las más profundas y misteriosas experiencias humanas. Ante el dolor, físico o espiritual, levantamos la vista hacia Dios. Y solo esto ya otorga un gran valor al sufrimiento humano. Sin embargo, es frecuente referirse al silencio de Dios ante el dolor de los inocentes, ante los campos de exterminio, ante la muerte de los niños, ante la enfermedad, la tortura y el hambre. ¿Por qué calló? ¿Por qué permitió? ¿Por qué calla? ¿Por qué permite? ¿Pue-de ser ese un Dios omnipotente y, alavez, absolutamente bueno? Dolor humano y silencio de Dios.

Tal vez la primera observación que quepa hacer consista en negar que todo sea malo en el sufrimiento.…  Seguir leyendo »

Europa es el resultado de una doble herencia: la filosofía griega y la religión cristiana. Europa no las ha creado sino que se ha creado a sí misma como heredera de ellas. Atenas y Jerusalén, es decir, quizá, Roma. Pero, ¿qué sucedería si Atenas y Jerusalén fueran incompatibles? Existiría, entonces, una tensión irresoluble en el seno del espíritu europeo, acaso una imposibilidad.

En un ciclo de conferencias dictado en la década de 1950 en la Universidad de Chicago, Leo Strauss defendió la tesis de esta incompatibilidad, a partir del análisis de la noción hebrea de retorno. El progresismo no ve en el comienzo sino imperfección o barbarie.…  Seguir leyendo »

La religión no es el opio, sino el alma del pueblo. Y un pueblo sin alma es un pueblo desalmado. Toda crisis profunda es religiosa. Acaso uno de los mayores errores de nuestro tiempo sea la creencia, relativamente extendida, de que la religión es superstición enemiga de la ciencia, y que su presencia pública es indeseable en una democracia. No creo equivocado pensar que la crisis que vivimos y padecemos es, en su raíz, religiosa.

Nunca ha habido una gran política sin el poder de la religión. Tal vez, la unidad de España sólo comenzó a resquebrajarse cuando se quebró la unidad religiosa.…  Seguir leyendo »

El relativismo ejerce una profunda fascinación en nuestro tiempo, aunque tiene el pequeño inconveniente de que es falso. Pero no es posible negar sus aparentes encantos. El relativista, el verdadero, no su frecuente falsificación, es un buen tipo: no es dogmático (si bien tampoco tiene mérito, ya que niega los dogmas), no se siente en posesión de la verdad (tampoco es algo meritorio, ya que, para él, la verdad no existe), es tolerante (virtud de muy menguada jerarquía para él, ya que no la necesita, pues la tolerancia consiste en el respeto hacia quien consideramos que está en el error, y todos estamos en él), es demócrata (aunque deje a la democracia sin fundamento), es, en el buen sentido de la palabra, liberal (aunque deje al propio liberalismo sin justificación y en precario), es dialogante (aunque no sepamos muy bien para qué ha de servir el diálogo si cada quién tiene su propia verdad, eso sí, relativa).…  Seguir leyendo »

Ante la nueva Legislatura, casi todas las miradas se dirigen a la economía, pero ni todo ni lo más importante es economía. La crisis económica es la sintomatología material de una crisis política e institucional, y ésta, de otra, intelectual y moral más honda.
De la obra política de Zapatero, lo peor no ha sido la gestión de la crisis económica, sino el proyecto de demolición del espíritu de concordia de la Transición, a través de un ensayo de ingeniería social, que siempre es abusivo y totalitario, y más aún cuando no se cuenta siquiera con la mayoría social. No se trata de una arriesgada atribución de intenciones.…  Seguir leyendo »

No me resulta fácil compartir la alegría y satisfacción generales, aunque más bien limitadas a la clase política, ante el comunicado de la ETA. Y no lo es porque se trata de un texto infame que exhibe una inmensa abyección moral. Aceptar el mal como normal e inevitable no es sino envilecimiento. La declaración, en sí misma, constituye una apología del terrorismo, ya que afirma que esta «oportunidad» es el resultado de «la lucha de largos años». ¿Habrá que alegrarse por ello? Además, el texto incluye el reconocimiento y el homenaje a los terroristas (no es extraño, ya que ellos son los autores), y no incluye ni una sola mención al dolor de las víctimas.…  Seguir leyendo »

Parece que una ola de violencia inunda Europa, de Londres a Oslo. Y no sabemos por qué. Y lo primero que nos agobia es precisamente que no sabemos lo que nos pasa. Ignoramos que apenas hay experiencias históricas nuevas y que la historia casi siempre ha sido profetizada. Quizá lo primero que convenga reconocer es que existe hoy una barbarie europea, y que los bárbaros no nos aguardan al otro lado de nuestras fronteras. Pero reconocer que hay una barbarie europea es de una extrema dificultad para mentes habituadas a pensar en Europa como la cima de la civilización. Mas no ha habido civilización que no haya vivido permanentemente amenazada por la barbarie, y que no haya terminado por sucumbir a ella.…  Seguir leyendo »

La Justicia no goza de buena valoración por los ciudadanos españoles. Apenas es superada en desafecto más que por el Gobierno. Y acaso sea natural, pues a éste, junto a otros muchos errores, le compete gran responsabilidad en su situación, al margen de la que incumbe a los jueces y magistrados y a la ignorancia jurídica, bastante generalizada en la opinión pública. Acaso convenga empezar por recordar que la Administración de Justicia (única institución que ostenta el nombre de una virtud) no es meramente un servicio público, que pueda funcionar de manera más o menos eficiente, sino uno de los poderes del Estado.…  Seguir leyendo »

Parece que una ola de violencia inunda Europa, de Londres a Oslo. Y no sabemos por qué. Y lo primero que nos agobia es precisamente que no sabemos lo que nos pasa. Ignoramos que apenas hay experiencias históricas nuevas y que la historia casi siempre ha sido profetizada. Quizá lo primero que convenga reconocer es que existe hoy una barbarie europea, y que los bárbaros no nos aguardan al otro lado de nuestras fronteras. Pero reconocer que hay una barbarie europea es de una extrema dificultad para mentes habituadas a pensar en Europa como la cima de la civilización. Mas no ha habido civilización que no haya vivido permanentemente amenazada por la barbarie, y que no haya terminado por sucumbir a ella.…  Seguir leyendo »

EL anuncio de Rodríguez Zapatero de que no se presentará a la reelección como candidato de su partido a la presidencia del Gobierno y su desastre electoral no despejan las dudas sobre la continuidad de su proyecto político, al menos hasta la convocatoria de elecciones generales. Ahora de lo que se trata es de si el PSOE persiste o no en él.

Varias han sido y son las interpretaciones sobre la empresa política y la índole intelectual y moral, valga la exageración, de Zapatero. Entre ellas, el «buenismo», el «pensamiento Alicia», la improvisación permanente, la ausencia de proyecto, la ingenuidad utópica.…  Seguir leyendo »

La democracia, por sí sola, no vacuna contra el totalitarismo. Democracia se opone a autocracia o dictadura, pero no a totalitarismo. Talmon escribió un ensayo titulado Rousseau y los orígenes de la democracia totalitaria. Democracia y totalitarismo no son, pues, incompatibles. Al final de La democracia en América, acaso el mejor libro que se haya escrito sobre la democracia, escribe Alexis de Tocqueville: «Las naciones de nuestro tiempo no pueden evitar la igualdad de condiciones en su seno, pero de ellas depende que esta igualdad las conduzca a la servidumbre o a la libertad, a la civilización o a la barbarie, a la prosperidad o a la miseria».…  Seguir leyendo »

En estas fiestas pasadas es muy frecuente el envío de mensajes en los que se desea felicidad. Por cierto, en estas fiestas hemos celebrado el nacimiento de Jesús de Nazaret, el Cristo, el Hijo de Dios. Su mensaje es, sin duda, sublime, pero, si no resucitó, fue un farsante. Esa es la alternativa: O Dios o farsante. Pero no es posible un Cristo laico que sólo predica una moral mundana.

El locutor de un programa de radio se despedía hace unos días de sus oyentes con un «¡sed felices!». Y no es un caso único. Quizá se emplee con frecuencia esta fórmula con intención ingeniosa, irónica o paradójica.…  Seguir leyendo »