Del supuesto «aborto libre» a su prestación pública «a oscuras»
No existe el aborto libre. Quien aborta lo hace «compelida» por una nueva vida que no quiere gestar, a la que rechaza, sin asumir las consecuencias de sus propios actos, abiertos a esa posible nueva vida... Ese rechazo no es ninguna libertad de las mujeres, sino un traumático remedio y, posiblemente, la mayor traición de que pueden ser capaces. El ordenamiento jurídico, por excepción temporal –tanto en su limitada configuración legal, como en su vigencia actual–, no lo reprueba ni castiga penalmente, siempre que se produzca dentro de un amplio plazo (las 14 primeras semanas de embarazo). Por el contrario, las libertades públicas y los derechos fundamentales de las personas no se sujetan a plazo, porque son esencialmente permanentes, en sí mismos, puesto que consisten en las atribuciones que son propias de cualquier persona, por el hecho de serlo.… Seguir leyendo »