Elogio de la lentitud
La velocidad, esa diosa suicida idolatrada por los futuristas, ha sido sin duda la vestal alerta en la percepción contemporánea del tiempo. El crecimiento exponencial de las posibilidades viajeras, la práctica negación de la distancia en el transporte aéreo y la comunicación digital, han conseguido disolver el sentimiento de extrañación y novedad que provocaba desde siglos la experiencia del viaje: hoy el mundo es uno sometido a matizados índices de desigualdad. Sólo la curiosidad estimula el impulso aventurero, la búsqueda de vivencias inéditas y la recolección de rarezas naturales y artísticas. La observación detenida de lo inusual, proponía el apasionado coleccionista lord Arundel.… Seguir leyendo »