Jan-Werner Müller (Continuación)

Después de las elecciones italianas, la eurocrisis ha vuelto a la palestra paneuropea y lo hace con renovadas fuerzas. Está claro que en países como España y Grecia la crisis nunca había desaparecido. Pero, en un momento en el que las élites de Bruselas y las nacionales no quitan la vista de las primas de riesgo —como conejos paralizados por la serpiente de los mercados financieros—, hay una segunda crisis, potencialmente mucho más profunda, que no ha recibido más que una atención intermitente: se trata del debilitamiento del Estado de derecho y la democracia en varios países de Europa Central.

Europa necesita crear una nueva institución, una especie de guardián de la democracia, para encarar esas amenazas y, para hacerlo eficazmente, la UE debería hacer un seguimiento del Estado de derecho en todos los Estados miembros y estar dispuesta a aplicar sanciones cuando un Gobierno comience a atacarlo.…  Seguir leyendo »

La victoria por muy poco margen de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de Venezuela plantea una cuestión importante (independientemente de la planteada por la oposición de si Maduro ganó de verdad las elecciones): ¿puede prosperar el populismo sin un dirigente carismático y genuinamente popular o hay movimientos como el chavismo condenados aquedar reducidos a la insignificancia, una vez que han perdido a sus dirigentes convertidos casi en deidades?

Para muchos observadores, el populismo es inconcebible sin un vínculo fuerte y directo entre un dirigente antisistema y los ciudadanos que se sienten desatendidos por los partidos políticos principales. Sin embargo, se ha sobreestimado enormemente el papel de los dirigentes en el populismo.…  Seguir leyendo »

En los últimos años, la Unión Europea -o, más precisamente, los países poderosos del norte de Europa- han venido sometiendo a sus miembros más débiles a "pruebas de resistencia" sociales y políticas en nombre de la rectitud fiscal. Como resultado, el sur de Europa y partes del este de Europa se han convertido en una suerte de laboratorio político, con experimentos que producen resultados asombrosamente variados -y cada vez más impredecibles- en diferentes países. En la última cumbre de la UE, el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, llegó a sugerir que no debía descartarse el riesgo de una "revolución social".…  Seguir leyendo »

Pasaron 20 años desde la disolución de la Unión Soviética, que para muchos historiadores marcó el verdadero fin del "siglo XX corto" -un siglo que comenzó en 1914 y estuvo caracterizado por conflictos ideológicos prolongados entre el comunismo, el fascismo y la democracia liberal, hasta que esta última pareció haber surgido plenamente victoriosa-. Pero algo extraño sucedió en el camino hacia el Fin de la Historia: parecemos desesperados por aprender del pasado reciente, pero no estamos en absoluto seguros sobre cuáles son las lecciones.

Claramente, toda la historia es historia contemporánea, y lo que los europeos, en particular, necesitan aprender hoy del siglo XX tiene que ver con el poder de los extremos ideológicos en tiempos oscuros -y la peculiar naturaleza de la democracia europea tal como se la construyó después de la Segunda Guerra Mundial.…  Seguir leyendo »

It has become conventional wisdom: populist parties are on the rise across Europe, from left (Jean-Luc Mélenchon) to right (Marine Le Pen), and in widely different national and local contexts – from Bradford to Budapest. But while the "P-word" is ubiquitous in political analysis, most observers would be hard pressed to define where exactly legitimate democratic politics stops and pernicious populism begins.

Consequently, the charge "populism" is routinely dismissed by populists themselves as the last resort of discredited elites who don't like the outcome of a referendum or an election. Sometimes they defiantly adopt the very label that is meant to disqualify them: both Marine Le Pen and Hungarian Prime Minister Viktor Orbán went on record saying that, yes, they are populists – if populism means defending the people (and, in Le Pen's case, "those who are forgotten" in particular).…  Seguir leyendo »

It has been 20 years since the dissolution of the Soviet Union, which for many historians marked the real end of the “short twentieth century” – a century that, beginning in 1914, was characterized by protracted ideological conflicts among communism, fascism, and liberal democracy, until the latter seemed to have emerged fully victorious. But something strange happened on the way to the End of History: we seem desperate to learn from the recent past, but are very unsure about what the lessons are.

Clearly, all history is contemporary history, and what Europeans, in particular, need to learn today from the twentieth century concerns the power of ideological extremes in dark times – and the peculiar nature of European democracy as it was constructed after World War II.…  Seguir leyendo »

A esta altura, todos saben que Alemania lleva la voz cantante no sólo en la eurozona, sino en toda Europa. Dentro de Alemania, supo haber infinitos debates sobre la identidad alemana -lo que un historiador llamó "la continua disputa sobre lo que podría significar ser alemán"-. Pero, en términos de política exterior, la Alemania occidental de posguerra -y, luego, la Alemania reunificada- siempre fue absolutamente predecible: nunca contra Occidente; siempre por más Europa. Actualmente, la "República de Berlín" está muy segura sobre su identidad -y, aparentemente, a la deriva en sus relaciones con el mundo.

Existen razones estructurales para este cambio.…  Seguir leyendo »

Los movimientos de protesta que han estallado en todo Occidente, desde Chile hasta Alemania, han permanecido curiosamente indefinidos y no se han analizado. Algunos hablan de ellos como de la mayor movilización mundial desde 1968, cuando los enragésde países muy diferentes se fundieron en torno a preocupaciones similares, pero otros insisten en que no hay nada nuevo.

El experto búlgaro en ciencia política Ivan Krastev, por ejemplo, ha afirmado que lo que en realidad estamos experimentando es un 1968 “a la inversa”. “Entonces los estudiantes en las calles de Europa”, dice, “expresaron su deseo de vivir en un mundo diferente del de sus padres.…  Seguir leyendo »

The rise of Die Linke (the Left) in Germany is one of Europe's great political puzzles. In recent times it's the only major socialist party that has become established in a larger state; in the face of the financial crisis, its programme should be of great interest, and not just in the Federal Republic.

Yet the first peculiarity of the party is that it in fact has no programme, only platforms for specific elections. This absence of anything resembling a political philosophy, as well as the great internal fragmentation of the party, is explained by the fact that Die Linke emerged from the merger not just of two left-wing parties, but of very different political cultures: the remnants of state socialism in eastern Germany, on the one hand, and a post-1968 radical milieu and discontented trade unionists in western Germany on the other.…  Seguir leyendo »

Los festejos para celebrar el 50. º aniversario del tratado de Roma llegan en un momento oportuno. Es el momento de que la UE ponga fin a su periodo de reflexión autoimpuesto tras el rechazo de la Constitución europea por franceses y holandeses y reinicie el proceso de unificación que empezó en Roma hace 50 años.

Los líderes europeos no han logrado ofrecer a los ciudadanos de Europa una visión nueva y sustancial. ¿Cómo debería lograrse, entonces, una refundación (Neubergründung)de Europa, como lo llamó la canciller alemana, Angela Merkel, en su primer discurso parlamentario sobre política europea? En teoría, existes tres visiones fundamentalmente diferentes y enfrentadas sobre el futuro de la UE.…  Seguir leyendo »