Agosto, nubes grises
Un mes es suficiente para leer más noticias de las que la retina puede aguantar. Bien mirado, en ese tiempo pasan muchas cosas, quizá demasiadas, y, sin duda, la mayoría de ellas no deseables.
Según apuntaba, estuve una semana fuera de España, aunque no he dejado de leer los periódicos, afición que siempre me pareció estimulante de las tres potencias del alma de las que Cela hablaba: la memoria para recordar bonanzas y calamidades, el entendimiento para saber de qué va el asunto y la voluntad para vencer al tedio y la holganza. Con estas miras, escribo la presente crónica de sucesos, algunos de los cuales me han sonado como latidos incandescentes.… Seguir leyendo »