Otra foto de Dylan
Por lo que él manifiesta y, más aún, por su trayectoria, se diría que Bob Dylan cree que lo genuinamente suyo es componer e interpretar canciones sobre un escenario itinerante. Lo avalan décadas de más de cien conciertos al año por todo el mundo. En cambio, parece que los estudios de grabación le resultan lugares inhóspitos, en los que habría procurado estar el tiempo estrictamente necesario para grabar medio millar de canciones, suyas, la mayor parte, pero también ajenas, repartidas en una cincuentena de álbumes.
Esta faceta creativa e interpretativa, inseparable de una obsesión casi patológica por el conocimiento exhaustivo de la música norteamericana, la popular y la no tan popular, hace que el Premio Nobel de Literatura que acaba de recibir le suponga a Dylan, en cierto sentido, una contrariedad.… Seguir leyendo »