El neolenguaje de la «judicialización de la política»
La fe del siglo XXI es nominalista. Descreído de la realidad –de «lo que es»– y de las ideas –en tanto que representaciones verdaderas sobre el ser–, nuestro siglo es devoto de las palabras, como deidades creadoras. Y ciertamente son ídolos cuyo poder nadie negará en la era de internet. En su día, la radio y la televisión ya permitieron advertir la potencia de las palabras –de la palabrería–, hasta el punto de que un ministro de propaganda pudo afirmar que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Qué decir, entonces, de la sociedad en redes... Las tecnologías de la información permiten repetir lo mismo miles, millones de veces, creando un espacio ficticio de discusión, frente al que parece que la verdad pasada y presente poco tienen que hacer.… Seguir leyendo »