Ante el Supremo
El jueves se vivió en el Tribunal Supremo una situación que, en mi opinión, casa poco con el autopregonado garantista Estado de derecho en España. Centrémonos en la pieza judicial. Una resolución judicial ha de hablar por sí misma: lo que calla o debiera decir es irrelevante para analizar lo que dice.
El auto del Supremo tiene tres ejes esenciales. El primero, un intento fallido de justificar la rebelión (y de paso la sedición, dada su práctica identidad legal en materia comisiva). ¿Por qué fallido? Porque no aporta un solo hecho que revele alzamiento ni violencia.
Se alude al credo independentista, especialmente de Carme Forcadell, que viene de lejos, de muy lejos, y que ha urdido, junto con otros, un plan secesionista.… Seguir leyendo »