Una experiencia, una expectativa
Tengo un recuerdo muy especial de los primeros días de curso en mis clases de filosofía como profesor de instituto. Evoco este antiguo recuerdo personal porque espero que ayude modestamente a entender la expectativa social que le seguirá. Este recuerdo son las miradas, entre incrédulas y estupefactos, de los más de 40 chicos y chicas que en cada aula se sentaban delante de mí. Las miradas empezaban siendo sobre todo incrédulas: y es que no podían creer que la realidad comenzase, casi desde el primer día, a desmentir el tópico de la filosofía abstracta, difícil e inútil, y quedaban enseguida estupefactos, porque una muy específica sorpresa desbordaba todas las previsiones.… Seguir leyendo »