La tabla de Sijena que alguien quiso ocultarnos
Nadie pudo siquiera imaginar que el expolio del Monasterio de Sijena fuese de tamaña entidad; pero lo peor del caso no es eso, sino que participaron en él reputados prohombres y, en teoría, protectores del arte, que realmente eran los primeros en lucrarse con el tesoro de obras de arte del Monasterio. Es triste comprobar que quienes deberían haberlo salvado fueron, en realidad, sus máximos expoliadores. Uno de ellos fue José Gudiol. Cuesta creerlo. Tanto, que un reciente libro publicado en Aragón no se percata de la obra aniquiladora de Gudiol en el cenobio: arrancarle su bien más preciado –las pinturas murales–, condenando así al monumento a su ruina perpetua.… Seguir leyendo »