Jorge Trías Sagnier (Continuación)

Al margen de la ejemplaridad

Iñaki Urdangarín ha sido condenado por siete delitos de corrupción en connivencia con los cargos públicos involucrados en la trama Nóos, y menos uno de esos delitos (la prevaricación) todos están castigados con penas de prisión. Teniendo en cuenta que la pena solicitada por el Ministerio fiscal superaba los diecinueve años de privación de libertad, la sentencia ha sido un buen resultado para él. Se han aplicado determinadas reglas técnicas que han permitido atenuar el resultado punitivo, como la reducción prevista en el art. 65.3 del Código penal (a los delitos de falsedad, malversación y fraude a la Administración) y el concurso medial entre determinados delitos.…  Seguir leyendo »

¿Qué decir que no esté dicho sobre Cataluña o España? Ahora ya no es momento de opiniones, sino de política. Y la política se ha colado en el comedor de todas las casas catalanas y de buena parte de las que no lo son. El plato de la discordia está servido en muchísimas familias. Quienes tienen —o tuvimos— alguna responsabilidad en la situación creada, tenemos la obligación de decir lo que pensamos, basado en nuestra experiencia, razón y sentimientos, aún a riesgo de que nuestra propuesta política sea leña para el fuego en lugar de bálsamo en la herida. Pues la herida o fuego existe, es grande, y en lugar de curarla o apagarlo, los Gobiernos de casi todos los partidos, tanto centrales como autonómicos, han ido aumentando el desaguisado hasta convertirlo en lo más parecido a una gangrena o incendio cuya curación o sofoco parece difícil.…  Seguir leyendo »

Situémonos en Gran Bretaña en 1945. Había una clase política que ganó la guerra y unificó todas las tendencias políticas, y al pueblo detrás de ellas, para ese empeño titánico que fue plantar cara a Alemania que ocupaba toda Europa continental. La guerra terminó y Churchill convocó elecciones, pues pensaba que tras el triunfo bélico nada se le podía resistir. Pero el pueblo estaba exhausto y harto de unas clases políticas y sociales —eran lo mismo— que dominaban todos los mecanismos y lo habían sumido en la miseria. Attlee, un político laborista, se presentó a las elecciones con un programa reformador que pretendía algo tan sencillo como llevar el bienestar a todas las clases sociales, terminando con la plutocracia.…  Seguir leyendo »

No los olvidó Suárez, ni el Rey, ni la historia de la Transición; pero como no hacen ruido, por estar muertos, enfermos u ocupados, parece, en estos excepcionales días, como si no hubiesen existido nunca. No fueron ministros; no se han publicado todavía sus propios testimonios; no conspiraron, entre otras razones por el inmenso trabajo que tuvieron sobre sus espaldas, que no les dejó tiempo para ello; fueron leales a la Monarquía, a la legalidad franquista que ayudaron a transformar y, una vez aprobada, fueron leales a la Constitución. Pactaron con comunistas, socialistas y demás grupos opositores para hacer de España una nación habitable o, como había anunciado don Juan Carlos en su primer mensaje como Rey, una nación en la que cupiesen todos los españoles.…  Seguir leyendo »

En El Diario de Barcelona, periódico que ya no existe, el 30 de octubre de 1974, cuando en España se vivían los crueles estertores del franquismo, publiqué mi primer artículo: La moderación política. Hoy, después de 40 años, suscribiría esas opiniones de entonces. La experiencia, en lugar de conducirme hacia una actitud escéptica o cínica, me ha llevado, por un lado, a reafirmarme en la moderación y, por otro, a inclinarme hacia unas ideas socialdemócratas, distantes —pero no muy distintas— de aquellas que mantuve durante los años en los que fui diputado popular en la VI Legislatura (1996-2000). Reconozco que me siento atraído por el grito del papa Francisco clamando contra la economía de la exclusión, contra la globalización de la indiferencia y contra la corrupción.…  Seguir leyendo »

Eso de que la vida privada de los personajes públicos debe estar disociada de su actuación como gobernantes es un eufemismo que, en ocasiones escandalosas, estalla e infecta toda la vida pública. Acaba de ocurrir en Francia con la situación amorosa que vive el presidente de la República, cuya pareja estable, que compartía su vida en el Elíseo, ha estado internada en una clínica con depresión profunda, tras publicarse la relación paralela del presidente con una actriz. Eso sería inimaginable en los países anglosajones. En Estados Unidos o en Gran Bretaña, al presidente o al primer ministro les costaría el cargo.…  Seguir leyendo »

En tiempos de tribulación no hacer mudanza, decía sabiamente el de Loyola. Quizás por esa razón subliminal, a lo largo de tantos años no se modificó el Código Penal para adecuarlo a unos criterios de justicia retributiva. El terrorismo en España solo cosechó muertos de un lado. Lo más parecido al conflicto vasco era el del Ulster, pero ahí ambos contendientes —católicos y protestantes— utilizaban armas similares; y, además, ahí estaba el ejército intentando poner orden, más o menos. En España, los Gobiernos que se sucedieron desde 1977 —Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González o el primero de Aznar— no pudieron —o no quisieron— hacer lo que se hizo, por fin, con la introducción de la reforma del Código Penal de 2003 y el cumplimiento íntegro de las penas, cuando el PP tuvo mayoría absoluta.…  Seguir leyendo »

Esta Iglesia del siglo XXI, ¿seguirá la tradición romana, maquillada por sucesivos concilios, basada en el poder absoluto del papa, o volverá a la literalidad del Evangelio? Francisco, ¿inaugurará un nuevo rumbo teológico, con toda la incertidumbre que pueda acarrear, o se limitará a un cambio de zapatos, como advertía el exjesuita José María Castillo, y a unos mensajes próximos como los lanzados en Brasil? Todas esas preguntas, y muchas otras, son las que los católicos nos formulamos después de transcurridos los primeros meses de este pontífice jesuítico-franciscano. Lo curioso del asunto, que hace abrigar tantas esperanzas a los más de mil millones de católicos esparcidos por todo el orbe, es esta mezcla de ascético franciscanismo junto al refinamiento culto y jesuítico del nuevo obispo de Roma.…  Seguir leyendo »

En memoria de mi hermano Carlos

Cuando un huracán inesperado azota los sentimientos del navegante solitario que, irreverente y silencioso, soñó con desafiar a todos los océanos, puede dejarse llevar por el ritmo portentoso de la tempestad o, como Ulises, atarse al palo de la nave para no sucumbir al canto de las sirenas. O como Hamlet, si entra en batalla, tomar las armas, y enfrentándose al piélago de calamidades, acabar con todas ellas. Es en esos momentos de zozobra en los que Dios —y el visible fuego de san Telmo— se aparece con toda su grandeza y omnipresente terror. Ese Dios Todopoderoso que, con potente voz, grita al angustiado llamándole por su nombre para que vaya a su lado y escuche las palabras de los antepasados que había dejado olvidadas en el rincón más oscuro e inaccesible de la memoria: amor, dignidad, honor, miedo, patria, belleza, familia, eternidad, grandeza.…  Seguir leyendo »

Todo son lugares comunes pero nadie, ni desde el Gobierno o los partidos afectados, ha dado una explicación convincente de lo que está ocurriendo. Quizás, la vicepresidenta Santamaría: “A mí, que me registren”. Porque ella, y algún otro u otra ministra o ministro, sí que están limpios de polvo y paja. Este asunto viene de lejos y no se ha querido —porque se pudo— resolver. Ahora ya no es tiempo de lamentos sino de explicaciones. Y rápidas.

En la primera legislatura de Aznar, la VI, había una Comisión o Subcomisión en el Congreso a la que yo pertenecí en la que estaban el diputado socialista Fernández Marugán, Jaime Ignacio del Burgo y alguien más que no recuerdo.…  Seguir leyendo »

En mi fin está mi principio. Creo que la mejor hermenéutica para aproximarse a las creaciones de David Lynch, en su individualidad y en su conjunto, consista en recorrerlas al revés, empezando por la última, en un recorrido cancrizante hasta llegar a The granmother, la abuela , 1970, que es la proto-génesis matricial de toda la obra. Lo es de hecho y de derecho: por historia y también por su sustancia argumental. Lynch se inicia con la Gran Madre y continúa con la mostración inmisericorde del embrión-feto, suelto de su juntura con el vientre matricial (en Eraserhead bo,-rradora , 1976), y avanza en espirales y laberintos hasta su última creación, In land empire el impe,rio pordentro , 2006.…  Seguir leyendo »

En mayo de 2009, cuando el caso Gürtel ya había estallado y Antonio Pedreira, magistrado del Tribunal Superior de Madrid, se hizo cargo del caso, comenzaron a caer sobre su cabeza todo tipo de improperios acerca de su parcialidad. Su pecado es que había sido letrado del Ayuntamiento de Madrid en tiempos del alcalde socialista Juan Barranco, de quien era amigo. Yo también. Me sorprendió esa virulencia, pues recordaba que en alguna columna en las que hace años comentaba sentencias en Abc, había escrito elogiosamente sobre decisiones de asuntos polémicos y políticos de este juez, que había dado la razón unas veces a imputados del PP y otras del PSOE.…  Seguir leyendo »

Nureyev decía que debía existir una estrella y otros que dancen en torno a ella. Esa fascinación por el centralismo o, en su versión jurídica, por el derecho universal, superior a los derechos particulares, esa tarea unificadora del Derecho, se ha ido desarrollando a lo largo de los siglos como un camino de retorno a la universalidad romana que configuró la civilización más asombrosa de la historia. El profesor Koschaker, aquel gran jurista alemán del pasado siglo, escribía: «Esta labor fue preparada por la ordenanza de Carlos VII, de Montils-les-Tours (1454), en la que se ordenaba con carácter obligatorio para toda Francia la consignación por escrito de las Coutumes, lo cual fue llevándose a efecto durante los siglos sucesivos.…  Seguir leyendo »

Con mi hermano Carlos, fallecido prematuramente, solíamos pasear por los lugares más insólitos, donde nos quedábamos un buen rato reflexionando sobre nuestra reciente historia, sobre el nombre de las flores y de los árboles por la Casa de Campo o, en las noches estrelladas, sobre las estrellas y las constelaciones. Él conocía aquello que casi nadie sabe: ese lugar recóndito donde reposaban los restos de Cánovas o de Pasionaria; el nombre y las edades de un gran número de estrellas, la genealogía de los dioses griegos a los que sentía como de la familia, o cómo vivían las hormigas entre los pinares.…  Seguir leyendo »

El ejercicio libre de la defensa de los derechos ajenos, que de eso se trata esencialmente la abogacía, constituye la garantía del Estado de Derecho. Pero ese ejercicio, aunque algunos «compañeros» pongan el grito en el cielo, tiene unos límites muy definidos que cuando se traspasan se convierten en encubrimiento puro y duro de la delincuencia. La imprecisión legislativa ha dado pie a una viva polémica doctrinal, periodística, política y jurisprudencial, avivada, una vez más, por la actuación de Baltasar Garzón, uno de los jueces más emblemáticos, y como consecuencia de ello, discutidos, de nuestra geografía judicial. La Fundación Saramago acaba de solicitar para él, con justicia por lo mucho que ha hecho por los derechos de los individuos y por el reconocimiento de las víctimas, el Premio Nobel de la Paz.…  Seguir leyendo »

En junio del año pasado conocí en París al padre Patrick Desbois, sacerdote católico, que rastreó el trágico destino de centenares de miles de judíos asesinados sañudamente en Ucrania y Bielorrusia por las Einsatzgruppen de Himmler. Desbois ha asesorado al Estado Vaticano en el acercamiento entre judíos y católicos desde que colaboró, primero, con Lustiger, judío converso que llegó a ser cardenal de París y gracias al cual las relaciones entre católicos y judíos experimentaron una notable y fructífera transformación; y ahora dirige el Servicio nacional de los obispos franceses para las relaciones con la religión judía. Me impresionó la calidad humana y el exhaustivo trabajo de investigación de este sacerdote católico.…  Seguir leyendo »

Tengo el honor de haber sido invitado, junto a otros compatriotas, al 58 «National Prayer Breakfast» que se va a celebrar en Washington el próximo día 4 de febrero. Quizás soy el único español asistente que no acude con la delegación oficial, es decir junto al presidente del Gobierno español, sino invitado directamente por los organizadores. Un honor que agradezco y que reconoce mi dedicación a causas humanitarias que vengo desarrollado desde hace muchos años de forma desinteresada y discreta, así como a mi pequeña contribución al entendimiento religioso. Se lo agradezco especialmente a los senadores Amy Klobuchar y Johnny Isakson que presiden el comité organizador al que pertenecen otros 18 senadores y 18 congresistas, tanto demócratas como republicanos.…  Seguir leyendo »

Cuando era un joven e impertinente abogado -impertinente lo sigo siendo y joven ya sólo de espíritu- aquel viejo y hábil decano de Madrid, Pedrol Ríus, que también presidía el Consejo General de la Abogacía, me aconsejaba, «Trías, tenga usted paciencia, no sea tan impetuso con los jueces. Amigo Trías, hágame caso, la abogacía es una profesión tardía, cuesta mucho ganarse la confianza de una persona, y se pierde en un minuto». Es cierto que las grandes firmas de abogados, imprescindibles en un mundo globalizado, han desnaturalizado esa antigua y tradicional visión de la abogacía, aunque en lo sustancial el ejercicio de la profesión es el mismo de siempre.…  Seguir leyendo »

La primera vez que hablé ante un juez fue en una sala de lo contencioso-administrativo de Barcelona acompañado de quien era mi maestro en el ejercicio del arte de la abogacía, el profesor Manuel Jiménez de Parga. El magistrado más visible en esa modernista habitación diseñada por el arquitecto -mi tío abuelo- Enrique Sagnier, se llamaba Jerónimo Arozamena Sierra. Antes de comenzar mi intervención noté como la sangre subía a mi cabeza y el corazón latía con tal fuerza que creí se me iba a salir del cuerpo. En cambio, al comenzar mi parlamento tuve la sensación de que había llegado a una plácida playa y desde ese momento supe que podría llegar a ser, un día, el abogado de causas difíciles que al final he sido.…  Seguir leyendo »

En una Tercera que publiqué el mes de octubre del año pasado -«Las memorias de Suárez o el silencio de la Transición»- decía que sabía de la existencia de un manuscrito de Eduardo Navarro Álvarez, autor de prácticamente todo lo que escribió y dijo Adolfo Suárez desde que dejó la presidencia, y que era la base de unas posibles memorias del ex presidente. Ambos, Suárez y Navarro, se han quedado sin voz y, paradojas de la vida, están aquejados de una parecida enfermedad mental degenerativa. Después de ese artículo, Julio Álvarez, sobrino de Navarro, me entregó para su custodia los valiosísimos archivos de su tío; y José Luis Graullera, el amigo inseparable de Eduardo y de Adolfo Suárez, me instó a que escribiese la historia de la Transición, pero no con opiniones más o menos autorizadas o con hechos enlazados a conveniencia de un determinado hilo argumental, sino la historia como fue, basada en documentos.…  Seguir leyendo »