Jorge Wagensberg (Continuación)

He aquí dos buenas hipótesis: la realidad existe y yo la puedo comprender. Sobre tales columnas se levanta toda la ciencia. Ambas afirmaciones son discutibles, pero las hipótesis sencillamente se asumen o no se asumen. Y el beneficio de lo primero (siglos de ciencia) es bastante mayor que el de no asumirlas. Cualquier clase de conocimiento aspira a comprender la realidad, el científico, el artístico, el revelado... Sin embargo, la ciencia es la forma de conocimiento con vocación para comprender con la mínima ideología previa. La idea es comprender la realidad para anticiparla y, si conviene, quizá también para transformarla... La ciencia (que no los científicos) esquiva preguntas como ¿por qué existe algo en lugar de nada?…  Seguir leyendo »

Se puede hablar del lenguaje de la ciencia, de la tecnología, de la música, de la escultura, de la museografía... aunque ninguno de estos lenguajes es, por cierto, la particular jerga con la que se entienden científicos, músicos, escultores o museógrafos... Es la idea de Walter Benjamin. Hay lenguajes que viven dentro de otros: dentro del lenguaje de la música se puede hablar del lenguaje romántico o del barroco y, dentro del lenguaje barroco se puede hablar del lenguaje de Bach o del de Pergolesi... Un mirlo distingue otro mirlo de cualquier otro pájaro por su lenguaje, pero tampoco se le escapa que tal otro mirlo tiene un acento que "no es de por aquí"...…  Seguir leyendo »

Antes de arriesgar una respuesta a la pregunta de si el universo es finito o infinito, hay que acordar dos cosas. La primera es sobre el significado de la pregunta, la segunda es sobre lo que esperamos de la respuesta. ¿Qué esperamos de ella? ¿Que nos ayude a comprender? ¿Que nos ayude a intuir?

Comprender es reducir hasta una esencia, buscar la mínima expresión de lo máximo compartido, separar ruido de información. Una ley fundamental de la naturaleza es, justamente, aquello que comparten una infinidad de sucesos y fenómenos de la realidad de este mundo. Por ello una ley comprende la realidad.…  Seguir leyendo »

Observar es buscar diferencias entre cosas similares. Comprender es encontrar similitudes entre cosas diferentes. La ciencia avanza balanceándose sin cesar entre la observación y la comprensión: de la una a la otra, de la otra a la una. ¿Y el arte? Decir: en el fondo, ciencia y arte son una misma cosa es tan superficial como afirmar: en el fondo, ciencia y arte no tienen nada que ver. Los dos extremos son falsos, pero con el mérito de enmarcar la verdad que se despliega entre ellos.

La relación entre ciencia y arte tiene interés tanto por sus convergencias, que las hay, como por sus divergencias, que también son notorias.…  Seguir leyendo »

La realidad existe y, además, es inteligible. Es la hipótesis del mundo real, el punto de partida de todo conocimiento científico. No importa tanto si esta doble hipótesis es cierta o no, el científico la necesita para darse moral cuando se enfrenta a la comprensión de la realidad. Pero hay momentos extremos -los más relajados y los de mayor tensión- en los que el científico se siente con licencia para filosofar: ¿cómo distinguir lo real de lo que no lo es? ¿Por qué habría de ser todo comprensible? A Albert Einstein se le atribuye una frase perturbadora: "Lo más incomprensible del mundo es que el mundo sea comprensible".…  Seguir leyendo »

La realidad de este mundo es, con mucho, lo que tenemos más a mano. La realidad tuvo un principio. No tenía por qué haberlo, pero todo es como si lo hubiera habido. La eternidad no es simétrica. Se extiende indefinidamente hacia el futuro, pero no hacia el pasado. La eternidad empezó. En esta idea, curiosamente, se encuentra cómodo cualquier tipo de conocimiento, el científico, el artístico, el revelado... Tras ese principio siguió una sopa homogénea de quarks y hoy, unos 13.700 millones de años después, resulta que hay objetos inertes, objetos vivos y, sobre todo, objetos pensantes capaces de comprender la realidad a la que pertenecen.…  Seguir leyendo »

Un científico busca comprender la realidad con la intención de anticipar la incertidumbre. Un juez, también. La ciencia dispone de un acervo de leyes de la naturaleza aceptadas (en cada momento) como vigentes. La justicia también tiene el suyo. La ciencia ayuda a sobrevivir, la justicia a convivir. El científico usa un método para acercarse a la verdad. El juez, también.

El método científico respeta tres principios: el principio de objetividad (el observador elige la observación que menos afecta aquello que observa), el principio de inteligibilidad (la verdad vigente es la más comprensible entre todas las disponibles) y el principio dialéctico (la verdad vigente minimiza las contradicciones con la realidad).…  Seguir leyendo »