Mentira de Estado y despotismo
Hubo un tiempo felizmente superado en el que la denominada «razón» de Estado permitía la impunidad de políticas subterráneas cuyo conocimiento se hurtaba a la opinión pública en función de una suerte de despotismo ilustrado según el cual los gobernantes trabajaban «para el pueblo pero sin el pueblo». Ya no hay «razones» de Estado que valgan para justificar la opacidad gubernamental cuando ésta encubre la negociación con los terroristas en la que se ven afectados los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos y de la sociedad. En democracia ningún Gobierno tiene legitimidad para transigir en interlocuciones políticas con delincuentes, por más que se apele a la necesidad de hacerlo para así terminar con las acciones criminales.… Seguir leyendo »