José Ignacio Torreblanca (Continuación)

"Obra bien y deja el resultado en manos de Dios”. Esa es la lógica que se ha impuesto en la política española, una lógica religiosa, ejemplo paradigmático de lo que Max Weber describiera como “ética de las convicciones”. El efecto principal de actuar exclusivamente en función de las convicciones, como señalara el sociólogo alemán, es que los actores se exoneran a sí mismos de las consecuencias de sus acciones, es decir, se convierten en irresponsables. A dónde o a quién se traslade la responsabilidad no es importante: las consecuencias se atribuirán a circunstancias más allá del control de uno, a la mala fortuna o a la perversidad de los demás.…  Seguir leyendo »

La Unión Europea está viviendo un momento 1914: avanza como un sonámbulo hacia el abismo pero, por una mezcla de arrogancia e incompetencia igual a la de aquel entonces, se muestra convencida de que al final todo saldrá bien. Como en aquel fatídico año, los europeos parecen no darse cuenta de que los supuestos bajo los cuales ha venido funcionando el orden del que se ha nutrido el proceso de integración europeo, han dejado de aplicarse, poniendo su existencia en peligro.

En el exterior, el orden internacional sobre el que se ha sustentado el proyecto europeo durante las seis décadas transcurridas desde su puesta en marcha, ha cambiado tan radical y profundamente que ha convertido a la Unión Europea en un ente obsoleto e incapaz de valerse por sí mismo.…  Seguir leyendo »

Pablo Anguita versus Íñigo Iglesias

El éxito de Podemos reside en su carácter camaleónico. Pero Podemos no es un camaleón al uso: mientras que los camaleones corrientes se mimetizan con el cromatismo del lugar donde reposan, Podemos posee la excepcional propiedad de mimetizarse con el observador. Así, para el votante urbano, joven (en cuerpo o alma) inconformista, con estudios, políticamente activo y que se considera muy de izquierdas, Podemos se aparece como un instrumento con el que superar esta democracia neoliberal europeizada vasalla de los poderes financieros y las élites de los partidos en la que se ha convertido la España de la Constitución del 78.…  Seguir leyendo »

Decálogo para la crisis de los refugiados

La crisis de asilo y refugio ha puesto contra las cuerdas a las instituciones y los Gobiernos europeos. Hasta ahora, su incapacidad para actuar ha sido manifiesta: además de carecer de mecanismos adecuados para gestionar humanitariamente el flujo de refugiados, se han dividido respecto a las medidas a tomar y han actuado por su cuenta, en muchas ocasiones contraviniendo los valores éticos y los principios en los que se sustenta el proyecto europeo. El cierre unilateral de fronteras y la negativa a cumplir con los compromisos de realojo acordados no solo ha sembrado la división, sino que está reforzando las propuestas xenófobas y populistas de los enemigos del proyecto europeo.…  Seguir leyendo »

Un Gobierno débil, ¡por fin!

Parece difícil en la España de hoy negar a nadie el derecho a la pesadumbre. Unir la línea de puntos que va desde la crisis económica hasta el aumento de las desigualdades, pasando por el desafío soberanista y el aumento de la corrupción, no parece requerir mucha destreza. Si a eso añadimos los problemas de liderazgo político, democracia interna y renovación que aquejan a los partidos políticos, el panorama puede ser bastante desolador. Y si como colofón nos detenemos en el patético espectáculo de las consultas y negociaciones para formar Gobierno, un mundo al revés dominado por espantadas, órdagos, bloqueos y tacticismos, cualquier atisbo de optimismo se disiparía más que por completo.…  Seguir leyendo »

Hablar de populismo requiere deslindar dos ámbitos y lenguajes. En el lenguaje de la contienda política que se transmite y escenifica a través de los medios de comunicación, el adjetivo populista es utilizado para descalificar a quien apela a los bajos instintos del votante con mentiras, groseras manipulaciones y promesas de imposible cumplimiento. En el fragor de la batalla se distingue al populista porque busca la complicidad con el pueblo en lugar de interpelar a la ciudadanía, el más importante sujeto colectivo de una democracia. También cuando niega la existencia de ideologías, declara superada la división izquierda y derecha o se postula como puente trascendente entre ellas.…  Seguir leyendo »

Volver al mundo

Si las encuestas no se equivocan, nos adentramos en terra incognita. Pero gobierne quien gobierne después del 20-D, España deberá volver al mundo. Para hacerlo deberá primero superar tres obstáculos que han lastrado su proyección internacional. El primero es nuestra ausencia de los grandes foros internacionales. Pese a la internacionalización de su economía, el carácter global de su lengua o su posición geográfica a caballo entre América, Europa y el norte de África, ni España acoge ningún foro internacional relevante ni hay suficientes españoles en los foros o instituciones más importantes donde se debaten las ideas y se construyen las redes sobre las que se asienta la influencia de un país.…  Seguir leyendo »

A perro flaco, todo son pulgas, sentencia el dicho popular. Esa es la situación en la que parece encontrarse Europa, expuesta a un muy peligroso entrecruzamiento de tres crisis que hasta ahora corrían en paralelo: la crisis de gobernanza del euro, con su clímax griego; la crisis de asilo y refugio, que amenaza con hacer saltar por los aires la libre circulación de personas; y la crisis en nuestra vecindad, que desde Ucrania a Libia pasando por Siria pone al desnudo la debilidad de la política exterior europea.

Por separado, cada una de esas crisis expone las profundas fracturas que recorren el proyecto europeo.…  Seguir leyendo »

La España ensimismada

Después de una complicada transición a la democracia, España volvió al mundo. En pocos años puso fin a décadas de aislamiento y a la vez que un lugar propio en la escena internacional se ganó el respeto de sus socios y amigos. En Europa, en América Latina y en el norte de África, España se embarcó en una intensa actividad diplomática, desplegando un gran número de iniciativas destinadas a profundizar los espacios de paz, seguridad, cooperación, integración y desarrollo. La decena de años que van de 1986 a 1996 configuran la década prodigiosa de la política exterior española, un periodo en el que el reconocimiento por los logros políticos, económicos y sociales de la joven democracia, aunado a la vocación internacional de los Gobiernos presididos por Felipe González, lograron que España boxeara muy por encima de su peso real.…  Seguir leyendo »

El fracaso de Tsipras

Cuando Alexis Tsipras ganó las elecciones en enero de este año, él y Syriza, su coalición de izquierdas, tenían ante sí dos opciones. Una consistía en coaligar a las fuerzas europeístas de los socialistas de Pasok y los reformistas To Potamí en un Gobierno que pudiera trabajar con las instituciones europeas y el resto de los Gobiernos de la eurozona para corregir los errores del pasado y situar al país en una senda de recuperación económica y social. El entorno no podía ser más propicio. A su favor tenía el cambio de énfasis de la nueva Comisión Europea, volcada en los planes de inversión liderados por Jean-Claude Juncker, ahora crítico con el papel de la Troika en los dos rescates anteriores.…  Seguir leyendo »

Europa es ahora el problema

Cuando el 12 de junio de 1985 España firmó el tratado de adhesión a la (entonces) Comunidad Europea, se sumó a una Europa que iba a más, que se integraba en lo político y en lo económico, forjando, como prometían los preámbulos de sus tratados, una unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa. Esa Europa era ambiciosa tanto hacia dentro como hacia fuera: promovía la cohesión social y fomentaba la convergencia entre el norte y el sur, pero también tenía ambición exterior y quería jugar un papel relevante en el mundo. En poco más de una década desde la incorporación de España, aquella pequeña Europa de nueve miembros a la que la España democrática dirigió su solicitud de adhesión se estaba dotando de una moneda única y, tras superar con éxito la reunificación de Alemania, planeando más que duplicar su número de miembros.…  Seguir leyendo »

Ciudadanos y Podemos, los partidos que no querían gobernar

La función primordial de las elecciones es producir gobierno. Y si no lo logran, entonces hay que darlas por fracasadas y volver a convocarlas. Esta obviedad, esencial para la vida democrática, parece ser, sin embargo, una verdad incómoda para las nuevas fuerzas políticas que se están asomando al tablero político español. Observando la actitud adoptada tanto por Ciudadanos como por Podemos tras las elecciones andaluzas respecto a las votaciones de investidura, los posibles pactos parlamentarios o la eventual formación de Gobiernos de coalición, es legítimo preguntarse si la “nueva política”, como gustan de presumir estas formaciones, realmente supondrá una mejora para la calidad de la democracia y, por extensión, para la ciudadanía o si, por el contrario, nos sumergiremos en una época de inestabilidad y turbulencia de la cual muy probablemente acabará emergiendo un deseo unánime de Gobiernos fuertes y elecciones mayoritarias con ganadores y perdedores claros.…  Seguir leyendo »

La decisión de Juan Carlos Monedero de abandonar la dirección del partido que fundara en compañía de Pablo Iglesias sitúa a esta joven pero exitosa formación ante su hora más difícil. El duro aldabonazo que han significado sus declaraciones criticando la corrupción ideológica y estratégica del proyecto originario de Podemos, sólo levemente matizadas con posterioridad en una epístola titulada A mi amigo Pablo, podrían marcar el comienzo del fin del proyecto de esta formación. Las predicciones sobre lo que le pudiera ocurrir a Podemos a partir de ahora dependen de qué tesis de las dos siguientes uno considere más plausible.…  Seguir leyendo »

El programa económico de Podemos, conocido ayer, supone el mayor tropiezo de esta formación desde que se diera a conocer. Hasta ahora, el éxito de Podemos se ha basado en su vocación de romper con las inercias, de introducir aire fresco en la vida política española, de reinventar las relaciones entre representantes y representados, de reconfigurar las relaciones entre la política y la economía y de prometer una nueva relación entre la economía y la sociedad que permitiera superar lo que sus líderes gustan en describir como la "era de la devastación neoliberal".

De esa radicalidad salió la jubilación a los 60 y el reparto del trabajo, la renta básica universal, la auditoria ciudadana del deuda con vistas a su posterior impago o el reposicionamiento internacional de España como país no-alineado.…  Seguir leyendo »

Al final, el verano de 2014 se ha resistido al fatídico emparejamiento con 1914 que algunos proponían. Pero nadie le podrá negar a este largo y caluroso verano sus méritos: como hace 100 años, agosto ha sido temporada alta para los cañones. Los conflictos son conocidos (Ucrania, Gaza, Irak, Siria y Libia): lo que cuesta es imponerles una jerarquía que haga justicia a su magnitud y a consecuencias. Cada uno de esos conflictos nos ha dejado encima de la mesa un doble desafío: el de la pérdida de vidas humanas, ya grave de por sí; y, en paralelo, la demolición de algunos de los soportes sobre los que se asienta el orden internacional.…  Seguir leyendo »

El espejo ruso se ha roto

Durante la década pasada, la Europa democrática construyó una imagen de Rusia que correspondía a la de un país inmerso en un tan intenso como irreversible proceso de modernización político, económico y social. El desarrollo económico, se auguraba, crearía una sociedad de clases medias donde, como en tantos otros lugares de la Europa de la posguerra fría, los individuos aspirarían a realizarse como personas en un marco de libertad, derechos y prosperidad compartida. Como es propio de las sociedades democráticas, en esa sociedad, los aparatosdel Estado, tan omnipresentes en la historia de Rusia, verían su protagonismo disminuido a favor de los ciudadanos, las empresas y los consumidores, que serían, por fin, tanto los protagonistas como los dueños de su futuro.…  Seguir leyendo »

Trescientos noventa millones de europeos están convocados a las urnas los próximos días 22-25 de mayo en unas elecciones que coinciden con una de las crisis más profundas de la historia de la integración europea. Se trata de una crisis que es económica pero también política y de legitimidad, ya que dentro de la Unión Europea se ha abierto una gran brecha entre elites y ciudadanos y entre deudores y acreedores. Ello ha situado a toda Europa en un callejón sin salida pues las medidas que los técnicos proponen para salir de la crisis rara o difícilmente obtienen el consentimiento popular y las medidas que obtendrían el consentimiento popular no pueden ser puestas en marcha.…  Seguir leyendo »

La crisis ha provocado en la ciudadanía una extensión de la desafección hacia la política. Esa desafección no cuestiona el sistema democrático, pero sí la capacidad de lograr que su salida se produzca de una manera rápida y cohesionada. Superar esta desafección es fundamental. Para ello es preciso entender que las causas de la crisis son tanto globales como europeas y nacionales: en cada uno de esos ámbitos, los errores y omisiones alimentan el malestar democrático y la desafección ciudadana. Por un lado, la ciudadanía percibe que, a pesar de haberse generado en el sector financiero, los costes de la crisis se están repartiendo de forma inequitativa entre países, grupos sociales y actores económicos.…  Seguir leyendo »

Etsi Deus no daretur (como si Dios no existiera). Es la oportunísima recomendación de Hugo Grocio (1583-1645) a los soberanos de la Europa del siglo XVII que Paolo Flores d’Arcais nos trae de vuelta en su último ensayo ¡Democracia! (Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg). La lectura de este vibrante y apasionado alegato a favor de la democracia no podría ser más pertinente por su coincidencia con la total y absoluta captura del espacio público y mediático con el que la Iglesia católica nos ha obsequiado estos días a cuenta de la elección del nuevo Papa.

Cautivos y desarmados por la increíble plasticidad de las imágenes, los rituales y la escenografía, la mayoría de los espectadores han rendido cualquier distancia crítica de la que originalmente dispusieran y se han entregado felizmente al disfrute de este tan singular como refinado reality show del que la Iglesia Católica se ha dotado para elegir a su máximo representante.…  Seguir leyendo »

Un país que se enfrente a circunstancias extraordinarias puede considerar que los procedimientos existentes no son adecuados o resultan insuficientes para resolver los problemas a los que se enfrenta. De ahí que sea legítimo plantearse la cuestión de qué normas o instituciones debe cambiar y, a la vez, cuáles debe preservar. El equilibrio entre estos dos extremos es de todo menos fácil. Por un lado, el peligro de cambiar las reglas del juego bajo la presión de la necesidad y la urgencia es degradar el valor de esas normas y la confianza de la gente en ellas. Pues si las normas se suspenden o se cambian en situaciones críticas, ¿para qué están entonces?…  Seguir leyendo »